La guerra en el mar Rojo

Identificadas 12 clases de misiles en manos de los hutíes de Yemen

La panoplia de cohetes antibuque de los hutíes se compone de misiles de crucero (dotados de alas para el vuelo) y de misiles balísticos (de trayectoria balística, lanzados a grandes alturas)

Imagen de archivo de los rebeldes yemeníes hutíes

Imagen de archivo de los rebeldes yemeníes hutíes / EP

Juan José Fernández

Iraníes en su mayoría, o tuneos y actualizaciones de viejos cohetes chinos, e incluso soviéticos. La cantidad de misiles de la que disponen los rebeldes hutíes en sus bases de Yemen es un secreto no desvelado, pero sí conocen en la marina de guerra de EEUU sus clases. Y tienen identificados 12 tipos contra los que actuar en la respuesta antimisil del sistema de defensa Aegis desde los buques de la misión Guardián de la Prosperidad... o que neutralizar en sus silos y baterías con los ataques a tierra que se vienen sucediendo desde hace dos semanas.

Según informes a disposición de las fuerzas navales que operan en el área del mar Rojo y Golfo de Adén (entre ellas, una fragata española en la misión Atalanta contra la Piratería), la panoplia de cohetes antibuque de los hutíes se compone de misiles de crucero (dotados de alas para el vuelo) y de misiles balísticos (de trayectoria balística, lanzados a grandes alturas).

De los primeros, hubo una etapa de la rebelión hutí en que los más abundantes, y casi los únicos, eran los Rubez, de fabricación soviética y con alcance de 80 kilómetros. Eran los misiles que tenían las fuerzas armadas yemeníes antes del inicio de la guerra civil en aquel país.

Pero con el inicio de la rebelión, las milicias integristas de orientación chií de Yemen recibieron importantes estocs de bombas volantes de Irán, hasta el punto de contar con el arsenal considerable que ahora Estados Unidos y el Reino Unido tratan de destruir.

Evolución

En 2014, la primera donación iraní, certifican los periódicos análisis de Military Balance --publicación de referencia en el campo del armamento y material militar--, consistió en viejos misiles balísticos de fabricación soviética SAM, reconvertidos en el modelo Mohit por Irán.

Nueve años después, en septiembre pasado, en el IX aniversario del golpe de Estado que encendió la guerra, los hutíes mostraron en una parada militar misiles balísticos de largo alcance Typhoon (también llamados Toufan), variación de los misiles iranís Ghadr, con un radio de acción de hasta 1.900 kilómetros.

Foto del lanzamiento de un misil difundida por el ejército de Irán el 19 de enero.

Foto del lanzamiento de un misil difundida por el ejército de Irán el 19 de enero. / EFE

Ahora, entre los cohetes balísticos de los hutíes, podría ser el más numeroso el Asef, una reconversión iraní de su misil Fateh que alcanza objetivos a 300 kilómetros.

Los cohetes tenidos por los expertos como más peligrosos por el balance precisión/alcance (también los menos numerosos en el arsenal hutí) son los Sayad, creación yemení a base del tuneo de los Paveh desechados por Irán. Tanto ese modelo como otro posterior, Quds 4 y Quds Z-0, tienen 800 kilómetros de autonomía, en vuelo guiado por radar.

En la panoplia hutí hay también cohetes chinos, como el C-801, reformado por los rebeldes tras su incautación en los arsenales del Yemen anterior a la guerra y convertido en el cohete Al-Mandab 1, para ataques a barcos próximos (no más allá de las 20 millas) a la línea de costa.

Sistemas modernos

La actual oleada de ataques a buques mercantes con destino a Israel --u otros destinos-- en el mar Rojo no se lleva a cabo solo con misiles. También los hutíes lanzan drones suicidas contra los barcos. En esa especialidad, la milicia rebelde chií yemení tiene dos modelos de inspiración claramente iraní, los Samad en diversos grados (2, 3 y 4) y los Wahid, basados en el dron Shahed. Con él se ha dotado el régimen de los ayatolás de un aparato autónomo capaz de alcanzar objetivos a 2.500 kilómetros de distancia.

En varias ocasiones, portavoces hutíes han afirmado que cuentan con ingenieros propios para el mantenimiento de esas aeronaves no tripuladas, y el tuneo y la modernización de misiles. Su contingente de técnicos habría recibido formación a lo largo de los últimos cinco años en Rusia, Siria, Irán y Corea del Norte, según han admitido también portavoces de la milicia hutí.

Sólo entre 2016 y 2023, las armadas estadounidense, francesa, saudí, australiana y británica interceptaron 17 envíos importantes de armas procedentes de Irán, según recuento realizado por el Middle East Institute.

No todos aquellos envíos contenían sólo misiles (entre ellos, modelos que no se citan aquí de cohetes antitanque), también tecnología muy moderna. Es importante en esos cargamentos la porción de sistemas de guía, esenciales para modernizar cualquier viejo cohete.

Ese regalo equipa a los misiles balísticos Burkan 2H, Mayun, Al Bahr y Faleq, de la misma manera que al cohete Al Quiam de Irán. Todos ellos con más de 1.000 kilómetros de radio de acción.

Tal proliferación de cohetes antibuque en el estratégico estrecho de Bab el Mandeb ha llevado a una creciente e intensa militarización del mar Rojo, como señalaba un informe de previsión del Middle East Institute emitido el pasado 20 de octubre, nada más comenzar los ataques a buques civiles. Parece que la operación Guardián de la Prosperidad, a la que ahora quiere sumarse un grupo de países de la UE, no va a ser un episodio breve.

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