Situación en el país centroamericano

Elecciones en El Salvador: Bukele se proclama ganador con un 85% de los votos

Los observadores internacionales detectaron un "desarrollo relativamente normal" del proceso electoral

El Salvador reelige a Bukele para un segundo mandato tras arrasar en las urnas

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Abel Gilbert

Nayib Bukele no espero el escrutinio oficial ni que cayera la noche para proclamarse ganador de las elecciones con "más de un 85% de los votos", según "nuestros números". El resultado estaba escrito de antemano. "Récord en toda la historia democrática del mundo", lo definió en su cuenta en la red social X. Y luego, el hombre que se considera "un instrumento de Dios" pidió la bendición del Altísimo para El Salvador. La reelección presidencial era considerada un hecho casi natural en un país marcado por las anomalías. La ley en el pequeño país centroamericano no contempla un segundo mandato consecutivo. Pero Bukele logró que un tribunal constitucional avalara sus aspiraciones. La contienda se realizó a su vez bajo los rigores del régimen de excepción que rige desde el 27 de marzo de 2022, cuando el Gobierno lanzó su lucha frontal contra las pandillas.

"No hay dictadura, la gente está votando en democracia. El pueblo dice: no estoy oprimido, estoy feliz", había dicho durante una rueda de prensa. Ya palpitaba el escrutinio. Faltaba una hora para el cierre del centro de votación. A Bukele no le importó la prohibición expresa de la ley electoral y pidió a los salvadoreños que todavía estaban en sus casas que vayan a votarlo. "No se gana con encuestas, no con las intenciones, de la misma manera, se pierde sin votos, por eso es importante que vayamos y convirtamos la intención de un país en votos".

Los festejos no se demoraron en la capital. Bukele ha construido su legitimidad sobre la base de una política sin contemplaciones contra la delincuencia que ha llevado a la cárcel a 71.000 personas. Los comicios no hicieron más que ratificar el consenso social que tiene la "mano dura". El ganador de la contienda aseguró a su vez que su partido, Nuevas Ideas, tendrá, según el vencedor, "un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea".

Los observadores internacionales detectaron un "desarrollo relativamente normal" del proceso electoral. La 'normalidad' también estaba marcada por una aceptación general de los hechos. Las encuestas previas a los comicios le daban al mandatario una ventaja abrumadora respecto de los otros cinco partidos competidores. Manuel 'Chino' Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), inmediato seguidor de Bukele en los sondeos, aparecía a una distancia de hasta 75 puntos de diferencia.

Sueños de perpetuidad

La contundencia de su triunfo era tan esperada el mismo domingo que el jefe de la bancada de Nuevas Ideas, el diputado Christian Guevara, predijo el fin de los partidos opositores en la legislatura. Un punto de clausura histórica. Félix Ulloa, actual vicepresidente y compañero de fórmula de Bukele, fue mucho más audaz frente a las cámaras de Univisión. Habló sobre una nueva reelección presidencial en cuatro años, a contra mano de la legalidad institucional. "En política no hay nada escrito en piedra, todo es posible".

'El diario de Hoy' advirtió sobre las ensoñaciones "dictatoriales" del bukelismo. La señal de alarma, dijo, la encendió el propio Ulloa en declaraciones a 'The New York Times'. "A la gente que dicen que estamos desmantelando la democracia, les contesto: Sí, pero no la estamos desmantelando, la estamos eliminando, la estamos sustituyendo con algo nuevo".

Katya Salazar, directora ejecutiva de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), quien llegó al país en calidad de observadora de los comicios no pasó por alto esas opiniones. "Tengo que advertirles (al pueblo salvadoreño) que no hay ninguna experiencia en el mundo donde un Gobierno que tiene todos los poderes ha resultado exitoso. Es un peligro que haya un partido único".

La seguridad como carta ganadora

Según los observadores, durante la jornada electoral se registró una fuerte presencia militar en las calles y centros de votación. El Salvador está, de hecho, militarizada. Bukele pasó de pactar con las bandas Mara Salvatrucha 13 (MS-13) y Barrio 18 a una guerra total, aquel 27 de marzo de 2022, después de 72 horas que dejaron 87 muertos. La tasa de homicidios, que se situaba en 106,3 casos letales cada 100.000 habitantes en 2015, cayó hasta llegar en 2023 a 2,4. La lucha contra las bandas llevó a la cárcel hasta niños. El pequeño país centroamericano tiene un 42,7% de pobres y al 1,7 de su población encerrada en prisiones. Los organismos defensores de derechos humanos han presentado miles de denuncias por unas 200 muertes en las prisiones, detenciones arbitrarias, torturas y otros delitos cometidos por fuerzas estatales. Bukele no se conmueve por esas acusaciones. 

"El Salvador tenía un cáncer con metástasis. El 85% del territorio estaba dominado por las pandillas. Hicimos cirugía, quimio, radioterapia y vamos a salir sanos, sin el cáncer de las pandillas", dijo el ganador de las elecciones sobre el modo en que enfrentó al delito organizado. "En nuestro país, las detenciones son para parar el reguero de sangre que tuvimos durante décadas". Si bien reconoció que "nuestra policía ha cometido errores", esos fueron resarcidos y "el sistema ha liberado a cada persona arrestada incorrectamente". Bukele no acepta señalamientos de Estados Unidos ni Europa. "Hemos visto varios casos que encuentran inocentes (a los detenidos) 20, 30 años después. Entonces, ¿esto quiere decir que no hay que apresar a los criminales?".