60 años sin el tranvía de la huerta

El 31 de agosto de 1963 fue el último día de servicio

Cuando la línea fue cerrada era la que más recursos gastaba y menos recaudación obtenía

La línea de tranvía conectaba Santa Faz, Mutxamiel y Sant Joan.

La línea de tranvía conectaba Santa Faz, Mutxamiel y Sant Joan. / Lars F. Richter

Alfredo Campello

Alfredo Campello

Seguramente el 1 de septiembre de 1963 más de un alicantino despistado se quedó extrañado cuando, al llegar el tranvía número 4 a la parada de Vistahermosa, el conductor les avisó que era el final del trayecto y que tenía que bajarse. Es muy probable también que a algún santjoaner se le hiciera tarde para ir al trabajo mientras esperaba en la parada del Colegio Cristo de la Paz la llegada de un tranvía que ya no iba a circular nunca más por la Rambla del pueblo. Y quizás alguna cigarrera mutxamelera se sorprendiera de buena mañana al ver llegar a la parada, no al tranvía número 4, sino a un nuevo autobús de la empresa La Alcoyana S.A. Todas estas suposiciones se fundamentan en el hecho de que un día antes, el 31 de agosto, el servicio del Tranvía de la Huerta que prestaba el Ayuntamiento de Alicante había quedado eliminado a las 12 de la medianoche y había sido sustituido por un nuevo servicio de autobuses. Mutxamel, Sant Joan d’Alacant y Santa Faz se quedaban sin tranvías.

He creído conveniente extractar algunos párrafos de mi artículo del Llibret de Festes del Cristo de Sant Joan y elaborar este artículo en homenaje al popular Tranvía de la Huerta sesenta años después de su cierre.

En la década de 1960 los tranvías de Alicante aún contaban con gran popularidad. Por desgracia la antigüedad de las unidades móviles y lo obsoleto de su trazado, que obstaculizaba el paso de los cada vez más numerosos vehículos particulares hacían poco viable su continuidad. Dos de estas líneas, la de San Vicente y la de Sant Joan-Mutxamel no pertenecían al Ayuntamiento de la capital. El consistorio alicantino las gestionaba con una concesión de sesenta años que estaba a punto de caducar. La primera revertiría en la Diputación Provincial y la segunda en el Estado.

En 1963 el trazado del tranvía número 4 tenía su inicio junto al Portal de Elche, atravesaba el Pla del Bon Repòs para discurrir casi en su totalidad paralelo a la Carretera de Valencia desde su salida a la misma por el Barrio Obrero, frente Jesuitas. Tras circunvalar Santa Faz y salvar el barranco de Lloixa, atravesaba Sant Joan d’Alacant por la Rambla y la Plaza de España con dirección a Mutxamel. Tras cruzar la acequia del Gualeró se adentraba en término mutxameler finalizando su trayecto en El Ravalet.

La línea 4 era la de mayor extensión de las existentes ya que recorría 23,8 kilómetros en un viaje de ida y vuelta. En el momento de su cierre era la línea que más recursos absorbía y la que daba menor beneficio económico. Constaba de 7 tranvías y 4 remolques con un personal formado por 14 conductores y 22 cobradores. Según la documentación conservada en el Archivo Municipal de Alicante, el sábado 31 de marzo de 1962, fecha escogida en el expediente consultado, la línea 4 había realizado 67 viajes (52 de ellos con remolque) transportando 8.274 pasajeros. La recaudación del día ascendía a 12.074,80 pesetas.

Pese a que el tranvía discurría por tres municipios, era la ciudad de Alicante la que gestionaba toda la línea en régimen de concesión. Y ésta había caducado en abril de 1962 sin que el Ayuntamiento se hubiera percatado del tema un mes después, cuando fue informado por la Comisión de Servicios Municipalizados.

Al ayuntamiento alicantino el asunto de la caducidad de la línea pareció pillarle por sorpresa. El 30 de mayo de 1962 el Ayuntamiento de Alicante reunido en Pleno Ordinario analizó la situación. Tras leerse los informes de la Comisión de Servicios Municipalizados (a favor del cierre) y del Ingeniero de Tranvías (en contra del mismo), se abrió el debate. Por unanimidad se acordó solicitar la continuidad de la línea hasta Mutxamel ya que el cierre ocasionaría un gran perjuicio a los vecinos de la Huerta, a la barriada de Vistahermosa de la Cruz, al Barrio Obrero y a Santa Faz. Dos meses después, tras la reunión con los alcaldes de Sant Joan y Mutxamel, el Consistorio se reafirmó en su propuesta de mantenimiento del servicio. Curiosamente en el expediente consultado no aparece por ningún lado el Alcalde Pedáneo de Santa Faz, que sin duda debería estar muy interesado en el tema.

Pero en febrero de 1963 la opinión del Ayuntamiento había cambiado. Ahora se mostraba a favor del cierre de la línea para facilitar el ensanche de la carretera de Valencia; acordaba mantener el servicio hasta Vistahermosa, olvidándose por completo de Santa Faz, y solicitaba a cambio un servicio sustitutivo de autobuses interurbanos, algo contemplado por la ley en estos casos. Los ayuntamientos se repartirían el material retirado. La sentencia de muerte estaba firmada.

Información se hizo eco del cierre en varias noticias. El periodista Fernando Gil Sánchez acertó plenamente al afirmar “que el humilde y renqueante tranvía de Muchamiel dejará de existir sin que nadie se ocupe de exaltar sus méritos, sin que sea despedido con cariño y fervor porque, en definitiva, él constituyó a lo largo de sesenta años el mejor enlace entre la próspera y olorosa huerta alicantina con la bella y bulliciosa capital”. Por su parte, el también periodista Francisco Bas Mingot afirmó que el tranvía “era un lazo de intimidad entre la capital y esos aledaños de Santa Faz, San Juan, Muchamiel”. Una intimidad que se había quedado en las vías.

Y volvemos al inicio de este artículo. El 31 de agosto de 1963, último día de servicio a los pueblos de la Huerta, Información trajo a su portada un bello epitafio anónimo acompañado de una foto del tranvía: “Ha desaparecido el tranvía de las ‘blusas muchameleras’; el tranvía de los capazos y las cestas; el de los lentos viajes con traqueteo y vibración de masaje; y quizás el vehículo donde mayormente se hablaba en lengua vernácula”.