Ninguna de las dos torres vigía que se han salvado de la piqueta en Xàbia se puede visitar. Son privadas. Se alzan en el acantilado de Ambolo y del Portitxol. Han quedado confinadas en la parcela de un chalé. Ahora, eso sí, el ayuntamiento ha realizado algunos movimientos (todavía incipientes) para sondear la posibilidad de «recuperar» la torre del siglo XIV del Portitxol.

Así lo desveló ayer el concejal de Cultura, Quico Moragues. Durante el Consell Consultiu de Cultura, el edil respondió a una pregunta de la vecina Vicenta Cruanyes, quien se hizo eco de que los propietarios de la finca de 40.225 metros cuadrados de la que forma parte la torre la habían puesto a la venta por 15 millones de euros.

El concejal reveló que el ayuntamiento se había planteado adquirir la torre, que está declarada Bien de Interés Cultural (BIC), mediante una permuta de terrenos. También dijo que esa fórmula se había descartado, dado que la torre está a escasos metros de los chalés (cuatro villas paredañas con 1.400 m2 construidos). Los dueños, que han colocado en el terreno carteles de propiedad privada y de «peligro perros», son renuentes a que vecinos y turistas caminen por allí.

Eso sí, el edil aseguró que la torre no se puede vender así como así. Es un BIC y hay que informar a la conselleria de Cultura. El consistorio, afirmó, sería el primer interesado en adquirir un patrimonio tan singular y poder hacerlo visitable.

Los propietarios han retirado el anuncio de la venta. Mientras, en el Consell de Cultura, Vicenta Cruanyes insistió en que los BIC deben tener un régimen de visitas. Pidió al edil que negocie con los dueños abrir la torre al público.