Prueba | Mini John Cooper Works Cabrio

Un capricho muy divertido

Cuando conduces un coche descapotable por ciudad sabes que todo el mundo va a mirarte y si además lo que llevas es un Mini John Cooper Works Cabrio, con más motivo

El Mini John Cooper Works Cabrio es uno de los pocos descapotables pequeños que quedan en el mercado.

El Mini John Cooper Works Cabrio es uno de los pocos descapotables pequeños que quedan en el mercado. / Información

Jorge Domenech

Jorge Domenech

Cuando nacieron los automóviles, eran descapotables, luego se les añadió la capota, y después se hicieron con techo. Pero hay algo en nuestro interior que nos hace soñar con conducir un automóvil descapotable. También se asocia un cabrio a los grandes descapotables americanos, o a los biplazas roadsters europeos. La moda de los SUV ha hecho que cada vez menos fabricantes tengan un descapotable en sus gamas, pero todavía hay algunos que los siguen fabricando.

Hoy traemos a nuestras páginas un automóvil que es un tres en uno. Es un coche atractivo, deportivo y además es descapotable. Estamos hablando del Mini John Cooper Works Cabrio, un descapotable de cuatro plazas con 231 CV de potencia.

No hace falta ir a esta versión tope de gama para disfrutar de conducir sin capota. El Mini Cabrio es un coche pensado para pasear por ciudad y está disponible con cuatro versiones de gasolina con potencias que van de los 102 a los 231 CV, aunque con esta última se puede ir muy rápido en un circuito. 

En el habitáculo encontramos una instrumentación digital de 5 pulgadas y se mueve solidariamente al volante cuando ajustamos éste en altura. El freno de mano es eléctrico. La pantalla central es de 8,8 pulgadas, lleva un cargador de teléfonos inalámbrico, un Head-Up display sobre una lámina de metacrilato. De serie incluye Bluetooth, una toma USB, pantalla táctil para el sistema de infoentretenimiento, radio digital y servicios Connected Drive.

En el interior tenemos asientos deportivos, volante deportivo de cuero con apoyos para los pulgares. En la parte posterior no hay mucho espacio, pero sí el suficiente para que niños mayores puedan viajar con holgura; incluso cabe una silla infantil para los más pequeños, que se puede fijar en los anclajes Isofix.

La capota del Mini Cabrio es blanda, de material textil y se acciona mediante un mecanismo automático que tarda 18 segundos en plegarla y desplegarla. Puede funcionar en parado o en marcha hasta una velocidad de 30 km/h y no tiene ningún tipo de cubierta que la proteja. La verdad es que no hace falta, porque si aparcamos lo mejor es volver a cerrar la capota. Por ciudad podemos circular descapotados y en carreteras locales, pero si vamos a viajar en autopista lo mejor es cerrar la capota.

Instrumentación digital, head-up display, freno de mano eléctrico y pantalla central grande son características del modelo.

Instrumentación digital, head-up display, freno de mano eléctrico y pantalla central grande son características del modelo. / Información

El maletero abre hacia abajo y tiene una capacidad de 215 litros con la capota puesta, y si la plegamos la capacidad se reduce a 160 litros. Es un Mini Cabrio, no una furgoneta.

Esta unidad lleva un motor de 2.0 litros y cuatro cilindros con tecnología Mini TwinPower Turbo, que desarrolla una potencia de 231 CV y un par máximo de 320 Nm, acoplado a una caja de cambios automática de 8 velocidades, con la que acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 241 km/h. Este motor va muy bien, sube de vueltas con decisión, recupera bien gracias a que las ocho marchas acortan mucho los saltos de una marcha a otra. Pero tranquilos, la conducción del John Cooper Works Cabrio está al alcance de cualquier conductor con una mínima experiencia gracias a su asombrosa facilidad para ‘pegarse al asfalto’, tomar las curvas sin problemas y frenar en muy pocos metros. 

Las cifras de potencia y aceleración son muy serias para un coche que mide 3.872 mm de largo, 1.727 mm de ancho y 1.415 mm de alto, y el peso en vacío es de 1.450 kg. 

La suspensión pilotada evita que sea un coche muy duro en carretera y, sobre todo, en ciudad. La suspensión en modo Sport es firme, pero el hecho de que existan los modos Mid (medio) y Green (verde) permite que la suspensión sea un poco más blanda en esos modos y, sin perder la consideración de firme, proporcione un confort aceptable tanto en ciudad como en autopista.

El Mini John Cooper Works Cabrio es un modelo divertido y ágil para disfrutar de la conducción sin capota en todo tipo de escenarios. Es un modelo de capricho que puede satisfacer a quien demande diseño, exclusividad y deportividad.

Además de permitirnos rodar con el cielo como techo, nos dibuja una sonrisa al conducirlo, y uno se olvida de que va en un descapotable. El Mini John Cooper Works Cabrio está disponible desde 49.750 euros.