La presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, María del Mar Faraco, calificó ayer de «poca cosa» el control que se lleva a cabo para detectar casos de coronavirus en los aeropuertos y consideró que no va a impedir la entrada de personas asintomáticas procedentes del extranjero. Los tres controles establecidos por el Gobierno para la detección de casos -documento a cumplimentar, toma de temperatura y diagnóstico a ojo- no es que sean «suficientes o no suficientes», sino que «son un pequeño control» que «no va a impedir la entrada de personas con coronavirus, sobre todo asintomáticas o presintomáticas», afirmó.
Una teoría que comparte el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. El experto señaló ayer, en referencia al anuncio de la apertura de las fronteras de la UE desde mañana a poco menos de una veintena de países de fuera de la zona Schengen, que restringir la entrada de viajeros de países de alta transmisión puede reducir el riesgo de importar casos, pero «ni locos» podemos pensar que «nuestras fronteras están blindadas».
«No vamos a detectar todo, hagamos lo que hagamos, eso seguro», enfatizó el epidemiólogo al ser preguntado sobre la capacidad de Sanidad Exterior para afrontar toda la llegada de turistas este verano. «Ni nosotros ni nadie», añadió. Así, avanzó que con la apertura de fronteras van a entrar casos importados: «Eso va a pasar, pretender que nuestras fronteras están blindadas a la entrada de casos... Ni locos», ha avisado Simón, quien apostó por «reducir el riesgo de manera sensata» porque «no se puede invertir en un control de fronteras férreo lo que no tenemos, ni nosotros ni nadie». Simón se mostró más preocupado por los cruceros, que con miles de pasajeros a bordo y en espacios limitados, suponen un riesgo de generar un brote mayor.
