Los mejillones son uno de los moluscos más populares en el mundo. Comer un buen plato de mejillones (Mytilidae, por su nombre científico) puede ser una delicia aunque puede tener algún inconveniente: limpiarlos correctamente.

Limpiar los mejillones es un proceso esencial que garantiza la seguridad alimentaria y mejora la calidad del sabor en cualquier receta que los incluya. Por eso aquí te vamos a contar cómo limpiar los mejillones de forma correcta.

Cómo limpiar mejillones

Primero, selecciona los mejillones. En el mercado o en la tienda, busca aquellos que estén cerrados o que se cierren cuando los golpees suavemente. Evita los que están rotos o agrietados. Una vez en casa, refrigera los mejillones hasta el momento de limpiarlos.

Cuando llegues a casa comienza preparando un recipiente con agua fría. No uses agua caliente ya que puede empezar a cocinar los mejillones. Coloca los mejillones en el agua y déjalos reposar durante unos 20 minutos. Esto ayuda a que los mejillones expulsen la arena o cualquier otro residuo que puedan tener en su interior.

Después, empieza a limpiar cada mejillón individualmente. Sácalos uno por uno del agua y utiliza un cepillo de cerdas duras para frotar las conchas. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo o alga pegada en la superficie.

Un plato de mejillones al vapor. Shutterstock

La "barba" del mejillón es una fibra dura que sobresale de la concha. Para quitarla, sujeta la barba con los dedos y tira de ella hacia la bisagra de la concha. Si resulta difícil de quitar, también puedes usar un cuchillo. Sin embargo, es importante hacerlo con cuidado para evitar dañar el mejillón.

Asegúrate de revisar cada mejillón una vez más antes de cocinarlo. Si alguno se ha abierto y no se cierra cuando lo golpeas ligeramente, deséchalo. También desecha cualquier mejillón cuya concha esté rota o dañada.

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Por último, enjuaga los mejillones limpios bajo agua fría para eliminar cualquier resto de arena o residuo que pueda haber quedado. Ahora, están listos para ser cocinados según tu receta favorita.

Limpiar mejillones puede parecer un proceso laborioso, pero es un paso esencial para garantizar que estén seguros para comer y que tengan el mejor sabor. Recuerda siempre comprar mejillones en sitios de confianza, mantenerlos refrigerados hasta que estés listo para limpiarlos y desechar cualquier mejillón que parezca estar en mal estado. Ahora ya sabes cómo limpiar los mejillones y con un poco de tiempo y paciencia, podrás preparar estos deliciosos moluscos y seguros para tu próxima comida.