Llega el fin de semana y los peques de la casa se convierten en los grandes protagonistas desde que comienza el día. Muchas veces pensamos en planes grandilocuentes para pasar toda la jornada y nos olvidamos de la importancia de las pequeñas cosas. Aprovecha que durante el sábado y el domingo tienes más tiempo y organiza un desayuno en familia.
Sí, el simple hecho de organizar un desayuno todos juntos y hacer que los niños participen en la preparación del mismo puede convertirse en todo un acontecimiento. Además, a ellos les encantará y no te costará ni un euro extra. Todo son ventajas. Vamos a contarte algunas ideas para organizar un desayuno en familia de la forma más divertida y saludable posible.
El desayuno más saludable para los niños
El desayuno más saludable para los niños debe incluir fruta natural (mejor que zumos), lácteos y cereales integrales. Este menú puede resultar a priori mucho menos atractivo que unos suculentos cereales de chocolate o cualquier tipo de bollería industrial. Sin embargo, vamos a conseguir que los niños se sientan atraídos también por estos alimentos naturales haciendo que ellos también participen en su preparación.
Una forma perfecta de hacerlo es convertirlos en pequeños reposteros y preparar un bizcocho de avena. Eso sí, habrá que hacerlo la tarde anterior para que esté listo para el desayuno. Aprovecha la tarde del sábado para hacerlo y el desayuno del domingo será todo un acontecimiento.
Cómo preparar un bizcocho saludable para los niños
Vamos a preparar un bizcocho muy saludable pero que al mismo tiempo resulte apetecible para los niños. Se trata de un bizcocho de avena y yogur. Es una receta muy sencilla y a los niños les encantará.
Para prepararlo necesitas 2 huevos, 3 yogures desnatados, 6 cucharadas grandes de copos de avena, 2 cucharadas de sacarina líquida y 3 cucharadas de levadura para hornear.
La receta del pastel de avena y yogur más saludable
Para preparar este bizcocho el primer paso es mezclar los yogures naturales con los copos de avena hasta que se forme una masa. Pon a los niños manos a la obra. Les encantará ser pequeños reposteros por un rato. Una vez que hayan conseguido esta masa hay que incorporar los huevos y mezclar todo bien. A continuación tamiza la levadura con un colador grande y añádela también a la masa mezclando todo bien. Por último añade la sacarina líquida y mezcla de nuevo. Si quieres que el resultado final sea más atractivo aún puedes ponerle unas chispas de chocolate negro o un poco de cacao en polvo.
Una vez tengas lista la masa hay que preparar un molde de horno untándolo con mantequilla para que no se pegue. Pon la masa en el molde y ve precalentando el horno a 180 grados. Cuando esté bien caliente mete el bizcocho y deja que se cocine durante media hora. Pasado este tiempo pínchalo con un palillo y si sale limpio ya estará listo. Si no sale limpio déjalo en el horno durante unos minutos más hasta que termine de hacerse por dentro.
Saca el bizcocho del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Cuando esté frío ya podremos desmoldarlo y disfrutar de un desayuno perfecto para niños y mayores.
