La Comunidad Valenciana alberga algunos de los pueblos más pintorescos y encantadores de España. Durante la primavera, estos lugares ofrecen una experiencia única, combinando patrimonio histórico, paisajes naturales y una atmósfera mágica, alejados de la multitud de turistas que reciben durante el verano.

A continuación hemos elaborado un listado con 5 de estas preciosas localidades perfectas para visitar durante los meses primaverales

Los pueblos más bonitos de la Comunidad Valenciana para visitar en primavera

1. Morella: La joya amurallada de Castellón

Morella, un impresionante pueblo medieval situado en el interior de la provincia de Castellón, se alza majestuosamente a más de 1000 metros sobre el nivel del mar. Durante la primavera, sus calles empedradas y su imponente castillo lucen con todo su explendor, ofreciendo un espectáculo visual impresionante.

Qué ver en Morella en invierno

Si decides visitas Morella en abril hay tres cosas básicas que no puedes perderte. En primer lugar, el castillo, una fortaleza gótica que ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de la zona. Tampoco puedes perderte la iglesia de Santa María, un magnífico ejemplo del gótico valenciano y cuya portada quedará perfecta en tus fotos de Instagram. Una vez que hayas visitado la parte alta de la ciudad, es el momento de recorrer las murallas que rodean toda la ciudad y perderte por las calles de su centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural.

Morella, un pueblo precioso para visitar en invierno. ED

Si bien este pueblo es precioso en cualquier momento del año, lo cierto es que la primavera (con sus temperaturas más moderadas) le añaden un toque único.

2. Guadalest: El mirador más bonito de Alicante

Guadalest, ubicado en la provincia de Alicante, es famoso por su impresionante castillo situado en lo alto de un peñasco y sus vistas espectaculares del valle y el embalse del mismo nombre, con un particular color verde esmeralda.

Qué ver en Guadalest en invierno

Visitar este pequeño pueblo alicantino durante los meses de primavera te permitirá recorrer sus calles sin el agobio de gente que suele abarrotarlo en verano. En tu recorrido no puedes perderte su castillo, al que se accede tras atravesar un túnel tallado en la roca, una de sus imágenes más características. Una vez en lo alto podrás sacar impresionantes fotos con el embalse como fondo. Tras visitar la fortaleza, también puedes entrar a algunos de los muchos museos que salpican sus calles. Algunos de los más curiosos son el de miniaturas y el de tortura.

Si te gusta el senderismo, puedes poner el broche de oro a tu visita dando un paseo alrededor del embalse, un paisaje natural que brilla especialmente en primavera.

3. Peñíscola: La ciudad en el mar

Peñíscola, conocida como la "Ciudad en el Mar", es famosa por su castillo templario y sus playas. Sin embargo, en primavera, este pueblo costero se transforma en un refugio más sereno y histórico.

Qué Ver en Peñíscola en abril

Peñíscola es un lugar clave en la historia de España, especialmente por su relación con la Orden del Temple y el Papa Luna y recorrer sus calles durante los días más fríos te permitirá acercarte a su cultura sin el bullicio de la temporada alta. En tu paseo por este enclave no puedes perderte el Castillo del Papa Luna, una fortaleza que ofrece vistas impresionantes del Mediterráneo, y suu casco antiguo, con callejuelas estrechas, cuestas, casas blancas y un imponente faro.

Imagen nocturna de la playa y el castillo de Peñiscola Información

Además, si te gusta la naturaleza, aprovecha la visita a Peñíscola para caminar por el parque natural de la Sierra de Irta.

4. Bocairent: El pueblo que te transporta al medievo

Bocairent, en la provincia de Valencia, es un pueblo que parece detenido en el tiempo. Sus calles laberínticas y su arquitectura medieval ofrecen una escapada histórica única. La primavera es perfecta para disfrutar de su encanto rústico, con menos turistas y una atmósfera más íntima y acogedora.

Qué ver en Bocairent en primavera

La visita a este pequeño pueblo puede comenzar por un paseo por el casco antiguo, un auténtico laberinto de calles empedradas y casas colgantes. Tampoco puede perderte la plaza de toros tallada en la roca, una de las más antiguas de España. Por último, no puedes irte de Bocairent sin recorrer el que seguramente sea su lugar más icónico: las covetes dels Moros. Se trata de un conjunto de cuevas artificiales excavadas en la montaña que harán las delicias de niños y mayores.

Panorámica de Bocairent. ED

Bocairent conserva un rico legado histórico que se refleja en sus monumentos y tradiciones, siendo un fiel reflejo del Medievo en la Comunidad Valenciana y que bien merece una visita en primavera.

5. Altea: La perla blanca del Mediterráneo

Altea, en Alicante, es otra de las localidades que no puede faltar en ningún listado de pueblos bonitos. Famosa por su iglesia con cúpula de azulejos azules, sus casas blancas y sus vistas al Mediterráneo. En primavera, su encanto se multiplica, ofreciendo paz y belleza y permitiendo al visitante disfrutar de su rico patrimonio artístico y cultural sin aglomeraciones.

Qué ver en Altea en abril

Tu visita a este bonito rincón puede comenzar por recorrer su casco antiguo, un auténtico laberinto de calles blancas y empinadas, llenas de estudios de arte, tiendas y restaurantes. En lo alto, encontrarás la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, que con su icónica cúpula azul, es la imagen más conocida de Altea. Por último, tras la visita a la parte antigua, puedes bajar hasta el paseo marítimo, que acaba de ser remodelado, para disfrutar de unas tranquilas vistas al mar.

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Altea. INFORMACIÓN

Estos cinco pueblos de la Comunidad Valenciana son joyas ocultas que brillan especialmente en primavera. Cada uno ofrece una experiencia única, donde la historia, la cultura y la belleza natural se entrelazan para crear escapadas inolvidables. Visitarlos durante estos meses proporciona una perspectiva diferente, más tranquila y enriquecedora, de estos encantadores rincones de nuestra geografía.