Óscar y Moisés. Moisés y Óscar. El orden da igual dado que este dúo está haciendo historia con su épico duelo en Pasapalabra. Los dos son unos pesos pesados del concurso y, en el caso de Óscar concretamente, de la televisión y de los concursos, dado que formó parte del mítico equipo Los dispersos, de Boom, estuvo en Saber y Ganar e incluso ya participó en el concurso del- el rosco durante la época de Silvia Jato.

Los dos concursantes están dispuestos a darlo todo y lograr el bote. Pero su empresa puede verse truncada por la temida silla azul, que a tantos buenos concursantes se ha llevado por delante esta era tras la victoria de Rafa frente a Orestes.

De hecho, Moisés ha sido de los últimos en afrontar esta prueba ante una nueva aspirante, Karmen, que ha conquistado a todos al contar a lo que se dedica. Cada aspirante a concursar en Pasapalabra sorprende en su pequeña presentación con sus aficiones, su trabajo o sus sueños. En esta ocasión, Roberto Leal ha dado la “enhorabuena” a Karmen por la labor que desempeña y por su próximo proyecto, que le llevará a África como cooperante para “cambiar la vida” de muchas personas.

Cristina le ha dado la bienvenida contando que es de Cantabria y es “especialista de producto en lentes intraoculares”. La propia Karmen lo ha explicado mejor su trabajo junto a “grandes oftalmólogos” para que la gente “consiga tener independencia de gafas y lentillas, y recuperar la visión que nunca tuvieron”. “Cuando abren los ojos y ponen una sonrisa, el alma se te pelliza un poquito y es maravilloso”, ha asegurado.

Además, su hijo Rafa, que es el mismo que la animó a participar en Pasapalabra, también la empujó a irse con una fundación “a intentar acabar con la ceguera producida por cataratas” en el tercer mundo. En dos meses, emprenderá ese proyecto en África durante diez días para “devolver la visión a gente que no ve absolutamente nada”. 

Al final de este programa, hemos vuelto a disfrutar de un nuevo duelo a todo o nada entre Óscar y Moisés por hacerse con El Rosco. Los concursantes, cada vez más expertos en el formato, se acercan cada vez más al bote.

Un rosco de locura

Moisés y Óscar comentaban en el pasado programa que parecía que estaban recuperando la calma en El Rosco tras la tempestad de varias tardes marcadas por los fallos. Parece que la tormenta ha regresado para el nuevo duelo, el número 21 entre los dos, y eso les ha impedido luchar por el bote de 1.018.000 euros. Sin embargo, eso no ha restado ni un ápice de emoción a la prueba.

El Rosco ha comenzado a ponerse tenso a partir del doloroso lapsus que ha tenido Óscar al poco de arrancar, con la F. “Esto es de Primero de Pasapalabra”, se ha lamentado al darse cuenta de que ha respondido un sustantivo cuando se pedía un verbo. Ha sido un fallo de concentración al escuchar el enunciado que se ha tomado con cierto humor.

Tras el tropiezo, el madrileño ha conseguido coger carrerilla y ha hecho una primera vuelta notable, de 19 de aciertos, con su rival siempre bastante cerca en el marcador. Sin embargo, la prueba se les ha empezado a complicar a los dos cuando han ido con las preguntas pendientes.

La emoción se ha centrado entonces en su capacidad de reacción y también de sacar las respuestas que parecían más difíciles. El número de errores ha sido tan importante como el de aciertos para decantar al ganador de la tarde. Finalmente, ha sido Moisés el que se ha impuesto en la prueba y acumula otros 1.200 euros que se suman a los 76.800 euros que ya tenía acumulados.