Con motivo de la fiesta de la Transfiguración del Señor, el Papa, Benedicto XVI, dirigió un mensaje a los jóvenes de todo el mundo, como preparación para la Jornada Mundial de los Jóvenes, que se celebrará, en Madrid, el próximo año. Comienza diciendo a los jóvenes: "Os espero a cada uno personalmente".
El Papa habla a todos los jóvenes: a los que comparten el cristianismo, a los que vacilan, dudan o no creen, y les invita a una vida más grande. El lema de la juventud dice: "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe". Corresponde a la psicología de la juventud: "La juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande: desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven".
El Papa recuerda sus años de joven, sus aspiraciones de entonces, y cómo superó las dificultades que le iban surgiendo. Luego se refiere a las dificultades que tienen actualmente los jóvenes: "Muchos jóvenes no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un unto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con los modos del momento".
La Jornada Mundial de la Juventud de Madrid promete dar una respuesta adecuada y gozosa a las aspiraciones más profundas de la juventud, respuesta fundada en la fe en Jesucristo, compartida por los jóvenes de todo el mundo. Y termina el Papa diciéndoles: "No os desaniméis, buscad el apoyo de la comunidad cristiana. Apoyáos en la Iglesia. Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Las Jornadas Mundiales de la Juventud son una gracia no solo para vosotros sino para todo el pueblo de Dios. La Iglesia en España se está preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe". Es un mensaje precioso.
