Con su tercera remodelación del equipo de Gobierno local se podría decir que la alcaldesa ha venido a darnos la razón a los que somos de la opinión de que la cosa no funciona y que el "equipo" no "rinde" y no da la talla. Mercedes Alonso quita competencias a unos y se las da a otros en un intento, en mi opinión bastante utópico, por conseguir algún resultado positivo. En mi opinión no es cuestión de más reajustes, es un problema de falta de calidad política.

Si observamos el "trabajo", lo que hacen sus concejales y también lo que dicen, nos encontraremos con lo dicho por el concejal de Empresa y Empleo, Luís Ángel Mateo, que incidiendo en lo que respecta a los fines prioritarios que, según él ha manifestado, se ha fijado el Ayuntamiento "para dinamizar la actividad económica en la ciudad y, sobre todo, crear puestos de trabajo". Cuando en Elche hay 3.000 parados más que cuando el actual equipo de Gobierno tomó posesión del Ayuntamiento, nos encontramos con la enorme decepción de que el "dinamizar la actividad económica y crear puestos de trabajo", pasa por construir once quioscos más y ocupar trece que están cerrados desde hace muchos años, o sea: crear 24 puestos de trabajo, en el caso de que los quioscos sean del interés de alguien, y a través de la actividad de los mismos "dinamizar la economía" de Elche. Como contrapartida dejan en el cajón de los olvidos el proyecto del parque industrial Porta d'Elx en el cual se podrían establecer las industrias precisas para crear cientos de puesto de trabajo. El concejal Mateo se conforma con poco. No es muy ambicioso, al menos en este reto.

En el pleno municipal del pasado 28 de enero, cuando se debatió el cambio de uso dotacional de educativo-cultural a asistencial de una parcela situada frente a la zona del Hospital del Vinalopó, en el debate que este cambio originó, el concejal de Urbanismo, Vicente Granero, en mi opinión una de las "joyas de la corona", dijo, respondiendo a la oposición socialista, que mejor eso que gastarse dinero en una parcela para plantar "palmeritas". A mí, lo pude escuchar, eso de "palmeritas" me pareció que fue dicho en un tono despectivo. Por lo visto parece ser que el concejal no se ha enterado aún de que es obligación y responsabilidad del Ayuntamiento el conservar y ampliar el Palmeral, que le recordaré que es Patrimonio de la Humanidad, a no ser que lo que se pretenda es que no haya palmeras y con ello desaparecería el picudo rojo al no tener donde alimentarse y por tanto moriría de inanición. Esto es un pensamiento mío y uno es libre de pensar y manifestar sus pensamientos públicamente.

Por otro lado, me ha "maravillado" el oírle decir a la alcaldesa que el nuevo Mercado Central no le costará ni un céntimo al contribuyente. Esta frase es para enmarcarla. ¿Cómo se puede decir esto? ¿Cómo va a costarle dinero a los ilicitanos una obra cuyo fin es el de que aquel o aquellos que estén interesados puedan establecer su negocio? ¡Claro que no le va a costar nada a los contribuyentes, faltaría más!

La guinda la ha puesto el portavoz del PP, Manuel Rodríguez Menéndez, otra "joya de la corona". Sobre la privatización del Taibilla ha entrado como elefante en una cacharrería y con ese pronto irreflexivo que le caracteriza, así lo percibo yo, ha echado la culpa de ello a las desalinizadoras construidas por los socialistas que han costado mucho dinero y que "no sabemos qué hacer con ellas". No lo sabrá él, pero otros sí. Le sugiero que acuda a la hemeroteca y compruebe que este diario publicaba el 31 de octubre de 2009 en su página 21 el siguiente titular: "El Consell aprueba el plan de La Hoya -en Torrevieja- para 7.940 casas con el agua de la desalinizadora". O sea que gracias a estas se pudo aprobar el plan porque se garantizaba el suministro del agua, no por parte del Taibilla ni del Tajo, sino gracias a una de esas que "no sabemos qué hacer con ellas". Eso propició el que se generara trabajo y riqueza, casi 8.000 viviendas que se podían construir porque la dotación de agua, como era y es preceptivo, estaba garantizada. No, el Tajo no se va a perder por lo del Taibilla o por las desaladoras. Pregúntenle a Dolores de Cospedal, la presidenta de Castilla-La Mancha que es lo que va a pasar con el Tajo. Ella y su partido, el PP, se lo pueden aclarar.

No quiero acabar sin dar un consejo que no es otro que el de sugerir el que se recuperen los urinarios públicos, que los vuelvan a instalar y que aprovechando la remodelación de cometidos del equipo de Gobierno este servicio se ponga bajo la dirección y gestión del señor Rodríguez Menéndez. Estoy seguro de que cumplirá a satisfacción. Y todos podremos hacer "pis" cuando nos de la risa al escuchar lo que dice.

Finalmente, solo me queda pedirle al Señor que les perdone porque no saben lo que hacenÉ ni lo que dicen.