Sabemos que Martínez Vidal venía negociando a dos bandas: con el PP para conseguir la vicepresidencia del Gobierno de Murcia, y con el PSOE para alzarse a la mismísima presidencia. En ambos casos, el ayuntamiento de Murcia era pieza básica. El PSOE exigía la alcaldía, y el PP la destitución de Mario Gómez como primer teniente de alcalde
El 15 de febrero era la fecha para la presentación pública del nuevo formato del gobierno Ballesta, con Pedro García Rex como primer teniente y portavoz de Cs en sustitución de Gómez de Cs en sustitución de Gómez
El pasado día 15 de febrero nos perdimos un gran acontecimiento: una rueda de prensa en la que participarían al alimón el alcalde de Murcia, José Ballesta, por el PP, y el primer teniente de alcalde y portavoz municipal de Ciudadanos, que para el caso habría sido Pedro García Rex.
Así figura en un documento de tres folios timbrado en las cabeceras con los logotipos del PP y de Cs y en el que al final aparece una reserva para las firmas de Rebeca Pérez, secretaria popular de Política Municipal; Enrique Ujaldón, secretario del PP de Transparencia y Ética, pero en realidad hombre para todo de la dirección de su partido, y José Gabriel Sánchez Torregrosa, responsable de Acción Institucional de Cs y mano derecha de la coordinadora regional de este partido, Ana Martínez Vidal.
El documento es denominado 3V (Tercera Versión, y al parecer definitiva y última), y en él se resume el «Acuerdo de reestructuración de competencias delegadas del ayuntamiento de Murcia». Parece claro que en el proceso de negociación entre Martínez Vidal y López Miras para intercambiar la reforma de la Ley del Presidente por un ‘cambio estructural’ del Gobierno regional se incluyó también la destitución de Mario Gómez como primer teniente de alcalde y portavoz municipal de Cs en el Ayuntamiento capitalino en favor del actual concejal de Turismo, Pedro García Rex.
Sabemos que Martínez Vidal venía negociando a dos bandas: con el PP para conseguir la vicepresidencia del Gobierno, y con el PSOE para alzarse a la mismísima presidencia. En ambos casos, el ayuntamiento de Murcia era pieza básica. El PSOE exigía la alcaldía, y el PP la destitución de Mario Gómez como primer teniente de alcalde. Esta última posibilidad quedó estampada en un texto consensuado que no llegó a ser firmado por la superposición de los acontecimientos que están en el relato de la actualidad de las últimas semanas.
Lo relevante del asunto es que Martínez Vidal aceptó desplazar al actual portavoz de Cs a una concejalía de nueva creación, la de Vivienda, Promoción Económica y Empleo, Agencia de Desarrollo Local y Responsabilidad Patrimonial. En la escala político-administrativa, Gómez habría sido relegado a una posición muy alejada de la que ocupa en la actualidad, y como concejal raso.
Su sustituto habría sido, como digo, García Rex, quien además de primer teniente de alcalde y portavoz de Cs dispondría de competencias en Turismo, Comercio y Deportes, además de Mercados, Plazas de Abastos y Ferias, y se le adscribiría a la empresa municipal Mercados Centrales de Abastecimiento.
Al el tercer concejal de Cs, Juan Francisco Hernández Piernas, se destinarían los departamentos de Servicios Públicos Municipales y Actuaciones en Vía Pública, y sería reconocido como séptimo teniente de alcalde en el organigrama del gobierno local. Francisca Pérez López tendría a su cargo Servicios Sociales y Atención a la Dependencia, junto al Consejo Asesor de Bienestar Social, Familia e Infancia, Mayores, Personas con discapacidad y Cooperación al Desarrollo.
Más adelante del documento en que se relaciona esta nueva distribución de competencias para Cs se apela al secretismo: «La existencia y contenido de los presentes acuerdos no podrá publicarse bajo ningún concepto. La publicidad en lo relativo a la nueva definición de competencias se realizará mediante decreto, que no se publicará antes del 15 de febrero de 2021». Se añade que antes de ese día se celebrará una reunión preparatoria de coordinación con presencia de los firmantes para desembocar en la fecha de referencia en la presentación pública del nuevo formato del gobierno a cargo del alcalde, José Ballesta, y de quien sería nuevo portavoz municipal de Cs, el ya dicho Pedro García Rex. Esto nos lo perdimos, porque empezaron a pasar muchas otras cosas, casi todas en el subsuelo.
Pero lo relevante del asunto es que el actual discurso sobre la corrupción municipal, difundido sin esgrimir prueba alguna y sin existencia de cualquier imputación judicial, no parecía importar a Cs cuando aceptó, hace pocas semanas, pelar las barbas de su portavoz Mario Gómez como pieza necesaria para la renovación del pacto autonómico que entronaría a Martínez Vidal como vicepresidenta del Gobierno de López Miras, quien ahora es también corrupto y corruptor, pero que hasta el 15 de febrero era un presidente de Gobierno con el que su socia no tenía inconveniente en pactar un ascenso personal en una operación a dos bandas bajo manga y con el lema «¿Quién da más?».
Martínez Vidal y Mario Gómez van ahora de la mano, pero hace pocas semanas la primera había ‘vendido’ al PP de la Glorieta la cabeza del segundo, y éste se mostraba decidido a llevarse al Grupo Mixto a los otros tres concejales para pactar con el PSOE, que es lo que ahora le ha sido permitido sin pérdida del pin del Naranjito. Cosas veredes.
