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Javier Berenguer

Alicantinos: preparemos el bolsillo para pagar también más cara el agua

El déficit de agua se agrava en España. En la imagen una plantación en la Vega Baja controlada por riego por goteo

Permítanme que siga reflexionando en voz alta sobre la actitud del actual Gobierno en lo que se refiere a la agricultura y a la sociedad, en general, del Levante español.

Todos sabemos que la agricultura del Levante forma parte en nuestro país de un sector primario fuerte y sostenible que aporta 110.000 empleos directos y más de 3.013 millones al PIB nacional.

En la actual coyuntura marcada por una pandemia que dura ya dos años, por una guerra en nuestro continente, por varias crisis de abastecimientos y energéticas derivadas de las dos anteriores, sumado a la erupción de un volcán, inundaciones y nevadas históricas, y un largo etcétera de desgracias que nos aquejan de un tiempo a esta parte,…,¿podemos de verdad en este país prescindir de nuestra industria agroalimentaria?¿Preferimos tener un sector deficitario demandante de ayudas y subsidios para paliar los efectos de su cierre, antes que un sector ya consolidado, sostenible y eficiente, innovador y con iniciativa?¿Preferimos depender de terceros países a la hora de abastecernos de frutas y verduras?

La Agenda 2030 defiende la revitalización de nuestro medio rural y afrontar el reto demográfico como uno de los ocho retos del país. El Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos, en su Eje 1.20, recoge que el regadío es un sector estratégico ya que su producción es una garantía de abastecimiento mínimo de alimentos a la población.

Este mismo Plan recoge las ventajas del sistema de modernización, instalado en el Levante desde hace varios años, con el esfuerzo inversor de sus agricultores. Reconoce que, desde el punto de vista económico, aporta un efecto multiplicador en la economía y es motor de desarrollo por la creación de riqueza. Desde el punto de vista social, es un vertebrador del territorio: permite fijar la población al medio rural, disminuyendo así la tasa de despoblamiento. Igualmente, mejora la calidad de vida en el medio rural, tiene gran capacidad para generar empleo directo e indirecto, triplicando al que genera el secano por término medio. Genera empleo de mayor cualificación profesional y facilita la incorporación de jóvenes al mercado laboral. Finalmente, dinamiza la economía, ya que en las zonas de regadío aumenta considerablemente la necesidad de servicios relacionados con esta actividad: Técnicos, industrias, empresas de servicios, maquinaria, etc. Y desde el punto de vista ambiental, previene el abandono de tierras, de la erosión y de la desertización. Aporta oxígeno; consume dióxido de carbono y mantiene el paisaje y el patrimonio histórico por cuanto se le atribuye una fijación de la población al medio rural.

Todo este contenido que acabo de citar, está extractado literalmente del Plan de Recuperación: 130 medidas frente al reto demográfico

Del mismo modo, el Ministro Planas, en declaraciones recientes sobre el posible recorte de 7,5 días de pesca en la flota de arrastre que plantea Bruselas, manifestó: “va a ser una discusión muy complicada, pero la postura de España va a ser muy firme porque la sostenibilidad medioambiental tiene tres pilares: la biológica, pero también la económica y social. Deben estar situadas a un mismo nivel”

Este es el auténtico camino: conseguir la sostenibilidad ambiental sin renunciar a la sostenibilidad económica y social. Por ello, hay que adoptar decisiones que, mejorando la primera, salvaguarden las otras dos.

No es esta la ruta que se está siguiendo a la hora de aumentar los caudales ecológicos del Plan Hidrológico del Tajo para el ciclo 2022-2027.

El pasado viernes se aprobó por el Consejo del Agua de la Demarcación, el Plan Hidrológico de la Demarcación del Segura, de aplicación en el periodo 2022-2027. Este Plan, redactado por los propios técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (Organismo de Cuenca dependiente del Ministerio que preside la Vicepresidenta Ribera), subraya en relación a la valoración de este aumento de los caudales ecológicos en el Tajo “A la vista de la magnitud de estos efectos puede considerarse el escenario derivado de la aplicación de los caudales ecológicos previstos en el borrador del Plan del Tajo, como un coste desproporcionado para esta demarcación hidrográfica, tanto desde el punto de vista económico como social y ambiental”

El propio Organismo de Cuenca cuantifica los efectos devastadores que se producirán en la Demarcación (Alicante, Murcia y Almería): se perderán más de 8.000 empleos, más de 232 millones de euros anuales se dejarán de aportar al PIB español, y la pérdida patrimonial en la Demarcación superaría los 485 millones de euros. Además valora el impacto medioambiental desfavorable de la medida, con múltiples efectos negativos como el mayor consumo energético por la producción de agua desalinizada, el incremento de la presencia de boro para el riego y para el abastecimiento o la mayor emisión de gases de efecto invernadero.

A estas cifras, demoledoras, hay que ponerle ahora cara. La cara de miles de agricultores, transportistas, trabajadores de las industrias conserveras, de cooperativas agrarias,…, en definitiva; de toda la industria anexa en general.

Pero a esto, hay que sumar también el incremento en la factura del agua de los hogares alicantinos que ello supondrá. La Confederación cifra en su Plan en 16 millones de euros el incremento anual en los costes de abastecimiento urbano, y valora la dificultad de poder atender el abastecimiento urbano ante situaciones de sequía. ¡Preparemos el bolsillo, que además de las subidas que ya sufrimos en toda España, al Levante se nos penalizará con una fuerte subida en la factura del agua, que ya se ha visto incrementada en los últimos años en un 8.7% medio anual!

Si no queremos que una de estas cifras nos toque a nosotros, a nuestros hijos o a nuestros amigos, tenemos que actuar hoy. Tenemos que actuar desde dónde sea posible y en la medida que esté a nuestro alcance, pero hay que actuar, porque las incoherencias del Gobierno nos han declarado un jaque mate.

En Alicante, el próximo 10 de mayo, se convoca una manifestación-tractorada para reclamar respeto por nuestro campo y por los alicantinos. La voz del campo, de la industria y de los hogares alicantinos tiene que oírse firme y unida. Haz que tu voz forme parte de este clamor

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