OPINIÓN

¡Están en la calle porque quieren!

Paremos el acelerado paso y que nos adelanten si es necesario, porque atrás, allá atrás, ya estuvieron demasiado tiempo.

Un mendigo en las calles de Elche con un cartel moviendo a la solidaridad

Un mendigo en las calles de Elche con un cartel moviendo a la solidaridad / ANTONIO AMOROS

Joaquina Agulló

Joaquina Agulló

No es cierto. En cambio, si usted dice esto es porque NO LOS QUIERE VER y acelera el paso. Pero ellos van detrás, en su conciencia. Y piensa en olvidarlos, incluso odiarlos, y va llenando su mente de otros momentos que le hacen medio feliz e invencible... pero... ojito, que le pueden volver a interrumpir su media felicidad, en otra calle, en otro portal, en un semáforo, en un solar donde pretende aparcar su coche... no corra, no cierre los ojos, ellos estarán donde usted esté.

Compartimos el mismo techo; esa luna llena que te mandó tu hija y el mismo atardecer entre palmeras, fotografiado con urgencia, para tu amor... no huyas, no los aísles de ti. Los sintecho nunca quisieron darte un mal momento, están por tantos desafortunados motivos que solo podemos tomar una acción: ayudarles y ayudarnos a salir de este abismo, de esta tristeza, del frío real, del hambre, de sus adicciones y desesperaciones.

Compartimos el mismo techo; esa luna llena que te mandó tu hija y el mismo atardecer entre palmeras, fotografiado con urgencia, para tu amor... no huyas, no los aísles de ti.

Un ciudadano entrega unas monedas a un mendigo junto a la basílica de Santa María, en Elche

Un ciudadano entrega unas monedas a un mendigo junto a la basílica de Santa María, en Elche / Antonio Amoros

ONGs

Así que nuestro apoyo sea, a todas las ONGs, a la ciudadanía anónima que teje palabras de consuelo y abrigo a las personas de nuestro mismo techo y a la indiscutible labor de la Concejalía de Igualdad, Derechos Sociales y Políticas Inclusivas que se desvive, más allá de su trabajo, para que estas personas puedan vivir en una única sociedad de un solo cielo.

Dormir

No miremos a Alicante, que con el apoyo del PP, Cs y Vox, a principios de este año aprobó una normativa para la prohibición de la mendicidad en las calles, con multas económicas de entre 210 a 3.000 euros, siendo así mucho más caro dormir en un banco de un parque que en un hotel de nuestra capital de provincia. Penoso.

Creo que ni se dieron cuenta de que firmaron para tirar a Jesús El Pobre de sus calles, pero ya lo aclamarán en procesiones a su debido momento. Mientras, en otras ciudades colindantes confiaremos a nuestros políticos y ciudadanía esa fuerza solidaria y de amor que todo lo puede y así poder reubicar a estas personas en un lugar en nuestra sociedad. Paremos el acelerado paso y que nos adelanten si es necesario, porque atrás, allá atrás, ya estuvieron demasiado tiempo.