Lecciones aprendidas: ¿Los daños del terremoto de Turquía podrían darse en Alicante?

Trabajos de búsqueda y rescate en Kahramanmaras tras los terremotos del 6 de febrero en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria

Trabajos de búsqueda y rescate en Kahramanmaras tras los terremotos del 6 de febrero en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria / Abed Alrahman Alkahlout/Quds Net / DPA

Salvador Ivorra Chorro

Salvador Ivorra Chorro

Ya han pasado los primeros días de importante movilización para rescatar a posibles víctimas, heridos y personas atrapadas. Ahora vendrán unos años donde habrá que reubicar a los que han quedado sin hogar, sin familia, sin puesto de trabajo, sin futuro inmediato. Las organizaciones internacionales y el propio estado turco comenzarán a relajar su involucración en la zona afectada y las personas tendrán que tomar decisiones importantes o incluso emigrar de sus ciudades. Es el ciclo habitual en este tipo de catástrofes.

Tras esta fase de respuesta rápida comienza el tiempo de analizar que se ha hecho mal, cómo se deben construir los nuevos barrios, los nuevos edificios y las nuevas infraestructuras. Es importante destacar que en Turquía hay investigaciones muy avanzadas en el estudio del comportamiento sísmico de las estructuras. He podido leer muchos de sus trabajos y he podido visitar algunos de sus laboratorios en Estambul donde experimentan sobre refuerzo y actualización de estructuras frente al terremoto. En Turquía, al igual que en España, conocen lo que hay que hacer para que las construcciones sean seguras y se minimicen estos desastres. Los investigadores turcos participan habitualmente en los proyectos de investigación de la Comisión Europea que ayudan desarrollar y actualizar normativas estructurales para mejorar su seguridad y la minimización de víctimas en eventos sísmicos.

En Europa, países como Italia, Grecia, la zona de los Balcanes y Turquía son zonas de muy elevada actividad sísmica. Estas regiones las mostramos año tras año a nuestros estudiantes de ingeniería en la UA. En ellas, la probabilidad de ocurrencia de un evento sísmico de intensidad elevado es muy alta, tanto por los antecedentes históricos como también por la evidencia geológica que analizan y estudian nuestros sismólogos. Junto a estas evidencias se suma el hecho de la existencia de un elevado número de habitantes en esas zonas y también de un elevado número de construcciones antiguas en las cuales no se consideraron las necesarias prescripciones sismorresistentes en su diseño. El envejecimiento, deterioro y falta de mantenimiento es otra causa que les lleva a la pérdida de la capacidad para resistir un sismo. Otro aspecto a remarcar es la “picaresca” mediterránea de no utilizar los materiales adecuados, la calidad de los mismos o incluso la reducción del acero en los elementos estructurales que se ha prescrito en el proyecto técnico. Esto ha sido muy remarcado en los recientes terremotos de Italia y también indicado por las autoridades turcas en este último evento sísmico que ya están procediendo a perseguir y detener a quienes han cometido estos delitos.

Desde el punto de vista técnico, las construcciones más dañadas tras los terremotos suelen ser las construcciones de ladrillo o mampostería sin reforzar, aquellas que presentan una falta de simetría, las que tienen grandes zonas de aparcamiento sin cerramientos en su planta baja, entre otras. Es muy habitual que los pilares de hormigón armado, mal diseñados y mal dimensionados, con poco acero estructural o mal colocado, presenten grandes daños tras un terremoto y sean estos las causas más habituales del colapso de las construcciones.

La pregunta: ¿Los daños del terremoto de Turquía podrían darse en Alicante? Ya la he contestado en múltiples ocasiones. Nuestra provincia junto con las de Murcia, Almería, Granada, Málaga y Huelva son las zonas de mayor sismicidad en España. Las prescripciones para el diseño de estructuras resistentes al terremoto no se han aplicado con rigurosidad en construcciones anteriores a 1998. A pesar de disponer de una normativa sísmica en España desde 1974 esta no se ha aplicado estrictamente hasta esta época. Muchas de estas construcciones tienen una antigüedad superior a los 40-50 años y sus materiales se han deteriorado, sobre todo aquellas próximas a la costa.

Atendiendo a la información del INE, en España, el 63% de las construcciones destinadas a viviendas situadas en zona sísmica están construidas con anterioridad a 1995, es decir 3.5 millones de edificaciones no tendrían unos requisitos exigentes para resistir el terremoto. En la provincia de Alicante de los 500.000 edificios que existen más de 350.000 no tendrían ninguna consideración sismorresistente en su diseño. A la vista de estas consideraciones, las lecciones aprendidas en terremotos recientes, como el de Turquía, son totalmente extrapolables a nuestra zona.

La normativa actual data de 2022. Somos muchos los profesores de estructuras los que hemos instado conjuntamente al Gobierno de España para que adopte las normativas europeas de cálculo estructural como de obligado cumplimiento en España. Han pasado varios gobiernos de varias orientaciones políticas y esto no ha sucedido.