Expectativas frustradas en “Todas las canciones de amor”

Expectativas frustradas en “Todas las canciones de amor”

Expectativas frustradas en “Todas las canciones de amor” / INFORMACIÓN

Marc Llorente

Marc Llorente

Todas las canciones de amor

TEATRE ARNICHES DE ALICANTE

** ½

De Santiago Loza. Actor: Eduard Fernández

Dirección: Andrés Lima

Ocasión perdida y expectativas casi rotas, sí. Solo la talentosa interpretación de Eduard Fernández y la dirección de Andrés Lima, junto a los conocidos temas musicales de ayer y los recursos técnicos, elevan la altura del espectáculo. Pero no es suficiente. Incluso hay cierta monotonía verbal por parte del actor, salvo ligeros cambios expresivos en contadas ocasiones.

Uno puede esperar que la obra centre su interés en los anhelos, las frustraciones y los recuerdos de toda la amplia trayectoria vital del personaje. Un recorrido tragicómico y emocional. La vida, el amor, el olvido y la muerte. Una señora mayor como tantas otras con éxitos, fracasos, decadencia o miedos, y homenaje a las madres de una notable edad. Mujeres que han dedicado su esfuerzo a las labores de la casa y a las materias familiares.

Ahora bien, la figura de su hijo es el centro del asunto en «Todas las canciones de amor», del argentino Santiago Loza y con la dramaturgia de Fernández, Lima y el propio Loza. El espacio de una estilizada cocina, uno de esos lugares íntimos del hogar, y la búsqueda de la teatralidad en esta sensible puesta en escena.

Una equilibrada labor unipersonal del protagonista y las canciones que oímos, muy estiradas, y que unen los tramos de la obra. «No puedo quitar mis ojos de ti», «Mi sono innamorato di te», «Il mondo», «Nosotros», «Venecia sin ti» o «Mediterráneo» al finalizar. Así, todo transcurre por el camino de la nostalgia, del paso del tiempo. Esto estaría mucho mejor si no fuese por lo ya mencionado anteriormente.

De entrada, Eduard Fernández adopta la imagen de la mujer, de su madre Ana María, y la muestra desde ese enfoque eminentemente teatral. Falleció por alzhéimer y coronavirus. Al concluir la pieza se desprende de la peluca y termina el juego dramático. Y el actor vuelve a ser él mismo.

El texto de Santiago Loza, de quien vimos recientemente «El mal de la montaña», es de 2016 y aquí se personaliza. Unos espectadores quedaron contentos y otros no tanto en el Teatre Arniches de Alicante.