En pocas palabras

Pobre Villena

Un tren de media distancia llegando a la estación de Villena.

Un tren de media distancia llegando a la estación de Villena. / Áxel Álvarez

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Le secaron los acuíferos y ahora pretenden llenar su término municipal de plantas fotovoltaicas con las que alguien hará el agosto. Colocaron en su término municipal ese centro penitenciario que nadie quería. A cambio, no tuvieron la delicadeza de levantar el hospital que como capital de comarca merecía. Con sus 34.500 habitantes, y a diferencia del resto de las ciudades de su entorno, Almansa en Albacete, Yecla en Murcia y Ontinyent en Valencia, los políticos ningunearon a Villena en materia sanitaria. Algo que fue determinante para que la principal población de su demarcación, Sax y sus diez mil habitantes, dirigiesen su mirada hacia Elda.

Esos mismos políticos que durante diez años han olvidado realizar unos accesos dignos a la estación del AVE, a la que desde 2013 se accede por un camino de cabras. Tanto da, puesto que en pocos años corre el riesgo de ser un apeadero. Como la del centro de la ciudad.

El gigantesco MUVI (Museo de Villena), que tal como concibieron sus arquitectos hace más de una década podría ser el 2º más importante de la provincia tras el MARQ, no pasa de ser una mera exposición en su planta baja. El edificio renacentista que acoge el Ayuntamiento permanece cerrado por obras sine die. El Archivo Municipal se trasladó a Alicante ‘provisionalmente’.

En el último Pleno, que seguí online, aprobaron dos mociones que tenían eco limosnero. Una rogaba a Adif que algún AVE ‘low cost’ parase en su estación. Otra, que los nuevos Juzgados de Violencia Contra la Mujer no se vayan a Elda. Si ojean la cartelera de este diario comprobarán cómo no existe ninguna sala de cine. Villena, quién te ha visto y quién te ve.