“La Casa del Pueblo” de Elx y Alacant y la Gestapo política

Alejandro Soler

Alejandro Soler / PILAR CORTES

José Joaquín Belda

José Joaquín Belda

Lo que resulta evidente es que la histórica Casa del Pueblo fundada por el histórico Pablo Iglesias ha dejado de ser tal. Ya no se desarrollan procesos de participación política abierta a la ciudadanía ni siquiera apenas internamente con libertad. Las voces discrepantes ya no tienen cabida en el partido, su influencia ya es nula. Los grupos sectoriales, las tertulias, los debates, las conferencias abiertas y plurales a la ciudadanía son apenas irrelevantes y escasos. 

El poder de Soler y sus grupos afines cierran toda posibilidad de ello. Apenas 600 afiliados, de los más de 1.400 que tenía el partido, continúan en el, tras tener que ir saliendo en desbandada y despavoridos al ser señalados como críticos en alguna etapa, nombres podríamos indicar muchos y valiosos elementos de la acción política ilicitana. 

En la actualidad la mayor parte de ellos pertenecen a esos grupos clientelares que cierran filas con el SG, dado el inexplicable y sorprendente poder que ostenta en las actuales bases del partido a nivel provincial a pesar de su práctica nula popularidad pública, junto al otro dueño territorial de la agrupación de Alacant el histórico senador A. Franco.  Aún a pesar del affaire y escándalo de las numerosas altas irregulares vividas en la agrupación ilicitana, que conllevaron a un nuevo pacto de intereses mediáticos, que a pesar de ello tienen enfurecido a la cúpula valenciana y nacional al ver que no pueden con el poder interno que ostentan sus respectivas redes clientelares. 

 Agrupaciones cada vez más exiguas y representativas, siquiera el 0.20 % con respecto al censo de votantes en sus ciudades 37. 351 Elx y 45.135 Alacant, como podrán comprobar, cifras verdaderamente ridículas con relación a sus afiliados, la lejanía entre las agrupaciones y la ciudadanía son verdaderamente de escándalo, y claro así son cada vez más fáciles de controlar como está ocurriendo en Alacant por ejemplo con las cortapisas a la candidata a la alcaldía Ana Barceló con quien no puede de momento,  y a la catedrática Josefina Bueno en su candidatura autonómica. 

El comité Federal ya dejó de contar con A. Soler tras conseguir plaza y ser uno de los diputados con menos relevancia, actividad y peso parlamentario para nuestra provincia, al igual que ocurrió con el ex senador Franco ya hace mucho tiempo, pero no pueden con el poder de omnímodo ambos, que ostentan el control de las bases más importantes de la provincia, derrotando a todo el aparato valenciano en las ultimas elecciones provinciales por si había o hay duda de sus inmensos poderes provinciales. Anteriormente ya se unieron para derrotar al renovador aspense David Cerdán.

Si no que se lo pregunten a los pocos simpatizantes del partido que han intentado entrar como un servidor animado por el ex alcalde D. Manuel Rodríguez, y otros amigos afiliados del partido que me animaron a presentar el alta de afiliación para participar en los debates internos en alguna de las corrientes críticas.  Sorprendentemente tras durante meses no aparecer mi alta, resultó que me estaban realizando un dossier como si de la Gestapo política interna se tratará, reunieron y manipularon artículos y cometarios sesgados de diferentes posiciones críticas en diversos s medios, referidos a incumplimientos realizados por el partido en su programa electoral, como lo fue y lo es la negativa a rehabilitar y volver el Mercado Central a su antiguo edificio ya restaurado y modernizado liberando la zona verde del actual mercado provisional en la antigua Avda. País Valenciano. 

Una junta formada por el SO local acompañados de sus directos colaboradores a la orden del SG., me entregó dicho dossier que pongo a la disposición de ustedes. Ello me dejo boquiabierto no me lo acababa de creer,  que un partido político que recibe sustanciosas subvenciones del erario público se permita rechazar el alta de afiliados, ordenamiento que consagra nuestra constitución como principal cauce para la participación y libre expresión de ideas políticas.

Hasta aquí mi versión sobre la situación de la Casa del Pueblo de Elx y Alacant.  Evidencias similares que exigen que la democracia participativa en manos de los partidos políticos está herida de muerte. Causa clara y rotunda de la actual desafección política.