EL TELEADICTO

De Semanas Santas

La Semana Santa de Zamora

La Semana Santa de Zamora / Patronato de Zamora

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Después de varios años lluviosos y los de la maldita pandemia, hacía por lo menos siete que la Semana Santa de Castilla y León no podía lucir completa en sus calles. En todo este tiempo la tecnología ha evolucionado exponencialmente, también en una televisión privada como La 7 de CyL. Para desintoxicarme de las 19 jornadas de retransmisiones falleras saturadas de comentaristas banales, decidí zambullirme en este otro planeta durante 11 jornadas que comenzaron el Jueves de Pasión y de las que ya hemos pasado el ecuador.

La diferencia es abismal. Debo aclarar que el sistema adoptado por esta autonómica privada es el de la desconexión provincial, de modo que cada una de las nueve provincias tienen su propia señal. En total, se retransmiten algo más de cincuenta desfiles procesionales desde todas las capitales y algunas ciudades. En ninguno de ellos hay cortes publicitarios ni se ubica ninguna cartela. A la Alta Definición este año se añade el uso de los drones. A la belleza de las imágenes hay que sumar la de la palabra. Parece un milagro encontrar resquicios donde todavía se mima la lengua, comentaristas capaces de impartir lecciones de Historia del Arte a lo largo de un par de horas de conexión. Eruditos sin temor a pecar de pedantes. Para que se den una idea, palabras como háptico, o estudio de las percepciones a partir del tacto, son comunes en la señal procedente de León.

Si hay una ciudad que se vuelca en la celebración es Zamora. Sin llegar a los 60.000 habitantes (y bajando) hace una puesta en escena imponente. Toda Castilla y León suma los habitantes de la provincia de Alicante. Pero el arraigo a la tradición en esta zona de la España vaciada es abracadabrante. Un milagro.