Contra el ruido y la suciedad de las Hogueras

Mascletà - Lunes 19. Pirotecnia Fuegos Artificiales Mediterráneo / INFORMACIÓNTV

Luis Beltrán Gámir

Luis Beltrán Gámir

Soy un alicantino, mínimo, de cuarta generación. Puedo cantarte el himno de Alicante de un tirón y sin errores. Aunque no me gusta ver fútbol, me siento herculano, y me encantaría que nuestro equipo estuviera de nuevo entre primera y segunda división, que es su hábitat natural. Soy de la época del pequeño dictador, y hablo valenciano fatal, ya que entonces no se estudiaba en el colegio, y en mi familia no lo habla nadie. Pero me encanta escucharlo, y lo entiendo al 99%. Estoy convencido que Alacant es la millor terreta del món, no porque lo dijera el poeta Mariano Roca de Togores y Carrasco, sino porque tiene el tamaño de ciudad perfecto, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, con una climatología envidiable, salvo en verano, que la humedad es insoportable. Mis 56 años de vida los he pasado ininterrumpidamente aquí y, como cantaba La Frontera, "aquí nací y en esta tierra moriré".

Os cuento este rollo para que tengáis claro que soc un fill del poble. Y sin embargo,no me gustan les Fogueres, tal y como están montadas. No entiendo que la ciudad se paralice durante tantos días. Quiero llevar el coche a mi taller, y resulta que cortan la calle toda la semana, obligando al mecánico a tomar vacaciones forzosas, porque tienen que montar una barraca en medio. Quién posea un garaje, pues que se haga la puñeta, no puede sacar el vehículo. ¿Tienes perro? Pues también se fastidia, con tanto ruido, normal que los animales se pongan nerviosos. Borrachos vomitando por la calle, orinando en cualquier esquina, descerebrados tirando petardos a horas intempestivas....¿Es ése el Alicante que queremos?

Recuerdo perfectamente una carta al director del año pasado, de José García Espinosa, quejándose de que se someta a ancianos a trastornos de sueño, escuchando una "música" que más parece una ametralladora, que hace retumbar los cristales de las viviendas. La música es alegría, necesaria en fiestas. Me parece fenomenal que haya bandas de música (tots tenim una miqueta de músic, boig i poeta) que acompañen a los foguerers i belleses en los actos, pero que los vecinos tengan que escuchar cinco noches hasta las cinco de la madrugada un ruido infernal, con decibelios fuera de toda norma, "porque son las Hogueras", carece de sentido. En Alicante, al igual que en Sevilla, hay muchos espacios abiertos para que la gente enloquezca, pero no procede hacerlo en lugares donde viven personas. En Valencia, al menos, tienen casals, locales donde pegarse una juerga sin molestar a los demás. En Málaga se diseñaron espacios en el extrarradio para la noche, con los bares abiertos en la ciudad de día.¿Alguna razón para no hacerlo en la terreta? Por no hablar de las dudosas condiciones de salubridad en las que se fríen churros, se hacen paellas, lavando platos y cacerolas en la calle con una manguera.

Me parece perfecto que la peña pida un préstamo bancario para comprarle un trajecito de alicantina a su niña.¿Quién soy yo para decir a los demás como tienen que manejar su economía? Pero, vamos, tal vez sería más práctico gastar ese mismo dinero en clases de inglés o informática, digo yo.

¿La mascletá?¿A quién se le ocurrió semejante insensatez, que destroza los tímpanos, provocando una pérdida de audición de la que no te podrás recuperarte nunca? Pregunta a cualquier otorrino la salvajada que es eso. He leído a expertos decir que el mejor consejo es alejarse, y abrir la boca durante las mascletaes. Pues voy a darte uno que lo va a superar: no ir. Y te ahorras de paso la migraña y el estrés. Por no hablar de las grietas en algunos edificios de la plaza de los Luceros, donde cabe una mano.

Está claro que estas fiestas atraen dinero a la ciudad, y ayudan importantemente a la tan castigada hostelería. Hay fogueras que son auténticos y preciosos monumentos de madera, cartón y corcho, que da pena que se quemen. Y, desde luego, si no has cantado "bomberos, bomberos" la nit de la cremá, no eres alicantino .Pero lo que no puede ser es que el disfrute de unos sea el sufrimiento de otros. Alicante no es sólo de los festeros, sino también de los que queremos descansar de noche, y trabajar de día. Salvo el viernes, son días laborables. Pero, como cantaba Alaska, ¿a quién le importa?