Yo he visto cosas que vosotros no creeríais

Luis Beltrán Gámir

Luis Beltrán Gámir

Cuando era joven, en tiempos de Marícastaña (noble gallega del siglo XIV, con calle en Lugo, que, luchando contra el feudalismo episcopal, mató al mayordomo del obispo) fui al desaparecido cine Rialto, junto a la plaza de toros, a ver la película Blade Runner. La cinta, una obra cumbre en la ciencia ficción, me impactó, y el monólogo de Rugter Hauer que da título al artículo, más. Buscadlo en Youtube, en inglés es sobrecogedor: "como lágrimas en la lluvia". Hablando de cine, quiero aprovechar para destacar la figura del gran empresario y mejor persona, el alicantino Vicente Espadas, que lleva toda la vida ofreciéndonos a los habitantes de la terreta películas excelentes, a precio moderado.

Cuando me hice adulto (amigo lector, no vamos a engañarnos a estas alturas, ésto ni ha pasado, ni va a pasar) la volví a visionar, en varias ocasiones, y me sigue pareciendo un filme excepcional. Sin embargo, sospecho que no ha envejecido bien, porque, 40 años después de rodarse por el genial cineasta Ridley Scott, ya no hay nadie que nos diga que "ha visto cosas que no creeríamos". Actualmente, pocas noticias hay que nos extrañen. Los humanos somos escépticos por naturaleza, y para creernos una información, tenemos que verificar la fiabilidad del emisor, si no lo haces, amigo mío, te colarán noticias falsas. Saber distinguir lo verdadero de lo ficticio es lo que hace progresar a la humanidad.

Ahí van algunos ejemplos de cosas que parecen increíbles. Macarena Olona diciendo que Julio Anguita era uno de sus referentes políticos. Un murciano veinteañero, que entrena en Villena, número uno del mundo, y campeón del Us Open y Wimbledon. Una reina que empuñó el cetro durante setenta años. El presidente de Estados Unidos animando al personal a ocupar el Capitolio. Un guerrillero sandinista convertido en dictador. Un exprimer ministro inglés, que parecía salido de una comedia de Berlanga. Un "molt honorable" que poco tiene de honorable. Un rey emérito que tiene cuentas millonarias en el extranjero. Un obispo, que abominaba del placer carnal en sus sermones, que abandonó el sacerdocio por un escritora de novelas eróticas y ahora es padre. Un antiguo espía,al que le da por invadir países. Volcanes explotando, incendios arrasando bosques, 41,9 grados de temperatura en Alicante capital, Vox ya no es un diccionario......

Dice la letra del tango Volver, de Carlos Gardel, que "veinte años no es nada" (aunque muy poca, hay vida más allá del rock and roll), pero lo cierto que en estos años del siglo XXI han pasado bastantes cosas, y no siempre para bien. El euro, hay más móviles que fijos, el whatsapp, acceso a Internet desde cualquier dispositivo, las redes sociales, almacenar datos en la nube, la decadencia del CD y la llegada de iTunes y el iPod, televisiones inteligentes, innumerables plataformas de pago, el matrimonio homosexual, Amazon floreciendo mientras arruina a pequeños negocios, los atentados de las Torres Gemelas, la Wikipedia, la pandemia del coronavirus, un afroamericano presidente de EEUU (a los que vimos la adrenalínica serie "24" no nos vino de nuevas), la crisis financiera de 2008, el Brexit, ataques terroristas en París.......

Amigo mío, siempre hay que reservar un tiempo para la sorpresa, aunque todo esté ya inventado. Habrá algunos que estén preocupados por escuchar a Rosalía y ver a Jorge Javier. Otros esperamos que esa sorpresa no sea que la deuda pública, que desde el 2016 sube descontrolada, crezca tanto que nos arrase, como una pequeña bola de nieve que tiras por la ladera, va cogiendo cada vez más tamaño, y al final es gigantesca. Porque no nos apetecerá ver cosas "que no creeríamos".