La Concatedral de San Nicolás en Alicante

Trabajos en la fachada de la Concatedral de San Nicolás

Trabajos en la fachada de la Concatedral de San Nicolás / PILAR CORTÉS

Juan Giner Pastor

Juan Giner Pastor

 En pleno centro histórico de Alicante, muy cerca de la Calle Mayor, se alza la Concatedral de San Nicolás, que es el principal edificio religioso de la ciudad.

Está edificada sobre los restos de una mezquita, porque el 6 de diciembre de 1244, festividad de san Nicolás de Bari, cuando los musulmanes entregaron la villa de Alicante a Alfonso X el Sabio, en el lugar de la mezquita construyó una iglesia, poniéndola bajo la protección del santo obispo.

En 1596 la iglesia de San Nicolás fue erigida Colegiata por el papa Clemente VIII, tras un enconado pleito con el cabildo de la iglesia de Santa María que, por ser más antigua, aspiraba a este título.

La construcción del actual templo se realizó entre 1616 y 1738, e incorpora diversos estilos, desde el manierismo desornamentado de la nave principal al pleno barroco de la Capilla de la Comunión. Su aspecto exterior es de una gran sobriedad: la portada de la fachada principal es de estilo dórico y la lateral está construida en estilo jónico. Edificado según planos de Agustín Bernardino, discípulo de Juan de Herrera, presenta una planta de cruz latina con los brazos del crucero muy poco desarrollados siguiendo los esquemas de las nuevas tipologías tras el Concilio de Trento. Con seis capillas laterales y siete en el ábside, todas comunicadas entre sí, tiene una gran cabecera con girola. En la capilla central de la girola se sitúa el retablo barroco de San Nicolás, patrono de la ciudad, presidido por la imagen del santo, de estilo gótico. Se trata de un retablo profusamente decorado, según los gustos del último cuarto del siglo XVII, que contrasta poderosamente con la severidad del templo, cuyo interior de majestuosa elegancia ofrece una equilibrada unidad de espacio, con sus amplias proporciones y su gran altura, pues las capillas se superponen en forma de tribunas. El presbiterio es de plataforma y sobre ella se elevan las gradas del altar mayor. La esbelta cúpula que corona el templo fue realizada en cantería por el arquitecto alicantino Miguel del Real, con casetones romanos que revisten el interior, alcanzando su óculo los 44,79 metros de altura con el remate de la linterna. Además de la iglesia, el conjunto consta de antesacristía, sacristía, sala capitular y claustro. Un espacioso y sobrio claustro cuadrangular, que conserva las trazas del existente en el siglo XV, junto al anterior templo medieval. Su construcción actual dataría de mediados del siglo XVII, pero afectado por distintos bombardeos ha sido en parte reconstruido en varias ocasiones, teniendo en cada uno de sus arcos una importante rejería del siglo XVIII.

Unida al templo está la capilla de la Comunión, que se Inició en el año 1699 y durante los años veinte a cuarenta de la centuria siguiente se realizó la que está considerada una de las más bellas muestras del alto barroco español. Se configura con planta de cruz griega, cubierta por bóvedas de cañón en los laterales y cúpula central sobre tambor. Preside la capilla un altar en el brazo de la cabecera, con un retablo en relieve de la Anunciación, tallado en mármol con gran perfección, y en cada uno de los otros tres brazos se disponen tres puertas, recayendo una a la calle, otra al interior de la iglesia y la tercera al claustro, donde se ofrece una excelente muestra ornamental del barroco valenciano. La decoración de esta capilla incluye el almohadillado de los sillares, destacando la abundancia de ornamentación figurativa con esculturas de bulto redondo de variada iconografía, que acrecientan el efecto dinámico y el claroscuro, contrastado por la luz procedente de las ventanas situadas en el tambor.

De su patrimonio artístico destacan, presidiendo el presbiterio, un baldaquino italiano de mármol y jaspe con ocho columnas salomónicas y cúpula, que fue realizado en 1688; el veneradísimo Cristo de la Buena Muerte de escuela italiana de comienzos del siglo XVII; la imagen de la Virgen del Remedio, Patrona de Alicante, que es una preciosa talla renacentista; y el órgano del siglo XVI, recientemente restaurado, el más antiguo de la Comunidad Valenciana y uno de los más antiguos de España. Yo echo de menos las cuatro grandes lámparas doradas que había en el crucero y las arañas de luz que enmarcaban el camarín de la Patrona, situado sobre la capilla de San Nicolás. Porque estas históricas muestras patrimoniales fueron suprimidas arbitrariamente cuando se realizó la restauración del templo con motivo de la efemérides de la Luz de las Imágenes, celebrada entre el 15 de diciembre de 2005 y el 15 de octubre de 2006.

La Concatedral de San Nicolás cuenta con dos conjuntos de 10 campanas de bronce: las dos del reloj, con la de los cuartos de 1796 y la de horas de 1888, más las ocho campanas de volteo.

El 9 de marzo de 1959, por Bula del papa Juan XXIII, la diócesis pasaba a denominarse de Orihuela—Alicante y la Colegiata de San Nicolás era elevada al rango de Concatedral, compartiendo desde entonces la categoría catedralicia con la Santa Iglesia Catedral del Salvador de Orihuela. Ambas son sedes del obispo de la Diócesis de Orihuela—Alicante. La bula se ejecutó el 15 de agosto de 1959 en solemne celebración, que partiendo de la Parroquia de Nª Sra. de Gracia, con la bula portada bajo palio por el Obispo, llegó a San Nicolás donde se leyó, celebrándose seguidamente la Eucaristía ante la Santa Faz, que había sido trasladada allí desde su Monasterio.