8M, invertir en mujeres, acelerar el progreso

Manifestación del 8M celebrada el pasado año en la ciudad de Alicante

Manifestación del 8M celebrada el pasado año en la ciudad de Alicante / Áxel Álvarez

Araceli Poblador Pacheco

Araceli Poblador Pacheco

Como cada año con motivo del Día Internacional de las Mujeres, el Gobierno feminista de España mantiene intacta su lucha y compromiso por mantener vivas las políticas de igualdad, enfocadas en el aprovechamiento del talento femenino, en eliminar brechas tecnológicas y salariales, en desterrar la discriminación y los estereotipos sexistas. En definitiva, seguir avanzando por un mundo más igualitario y más justo.

Deberíamos hacernos varias preguntas en pleno siglo XXI,

¿Por qué el mundo laboral, digital, de innovación y tecnológico no es inclusivo?

¿ Por qué en el siglo XXI los trabajos relacionados con las carreras STEM están mayoritariamente masculinizados ?

¿ O por qué las mujeres ocupan apenas el 22% en puestos en inteligencia artificial ?

Los interrogantes son infinitos y la flagrante desigualdad de género existente requiere de una reivindicación sin paliativos por parte de todos los poderes públicos y de la sociedad en general.

Los estereotipos de género se heredan y se contagian, son condicionantes ambientales que rodean a la mujer desde que es niña. Por ello es tan importante educar en valores de igualdad en edades tempranas. La educación debe articularse desde la infancia recayendo esa responsabilidad en la familia, en los colegios, en los medios de comunicación, en las instituciones.

Las mujeres exigimos justicia porque somos el 50% de la población y como tal exigimos ser iguales en derechos.

Si bien es cierto que se han logrado avances importantes, las mujeres aún enfrentamos obstáculos para lograr una participación igualitaria y efectiva en todos los ámbitos sociales.

Debemos asegurarnos que las mujeres y las niñas tengan las mismas oportunidades para desarrollar sus capacidades para aprender, para ganar, y para liderar. Porque si de algo estamos seguras es que la mujer tiene que protagonizar la era del conocimiento y queremos que ese liderazgo esté presente en las instituciones, en la empresa, en la política, en la sociedad, porque queremos ser agentes del cambio social y porque sabemos que el empoderamiento económico de la mujer es fundamental para un mundo con igualdad de género.

En un mundo polarizado por los conflictos geopolíticos, las crisis bélicas, los desastres climáticos o las turbulencias económicas, lograr la igualdad de género es más vital que nunca porque más de setenta y cinco millones de personas estarán en pobreza severa.

Este 8 de marzo, la O.N.U. bajo el lema “Invertir en Mujeres, acelerar el progreso” denuncia y proclama que el tiempo se acaba, que la igualdad de género sigue siendo el mayor reto en materia de derechos humanos y que invertir en mujer es imperativo para crear sociedades inclusivas.

Sabemos que la austeridad repercute negativamente en las mujeres porque reduce el gasto público en servicios esenciales, políticas de cuidados y protección social. Es obligado avanzar hacia un desarrollo sostenible y hacia una sociedad que amplifique la voz de las mujeres que más lo necesitan.

El siglo XXI nos obliga a encarar estos desafíos con valentía. El esfuerzo y el trabajo de miles de mujeres será el espejo para futuras generaciones; mujeres que han conseguido hacerse hueco en un mundo de hombres.

Aún queda mucho camino por recorrer y como recoge el lema de este año , “8M Muévete”, es necesario seguir avanzando en una sociedad donde por ejemplo sólo el 35% de los estudiantes en carreras científicas son mujeres. Todo un contrasentido en pleno siglo XXI donde los prejuicios de género deberían ser un vestigio atávico del pasado.

Tenemos a miles de mujeres con ansias de ocupar su papel predominante en la sociedad, sabedoras de que han de redoblar esfuerzos para superar techos de cristal, desigualdad salarial y afrontar retos de corresponsabilidad familiar.

El Gobierno de España es conocedor de estos desequilibrios y se enfrenta a ellos con determinación y eficacia, siendo una de sus prioridades la de impulsar medidas normativas para identificar y anular las desigualdades de género.

Consecuencia de estas políticas en los últimos años, España ha conseguido incrementar la tasa de empleo femenina en veinte puntos, siendo muchos empleos de un nivel de formación elevado, ayudando a reducir la brecha de género, mejorando la productividad de nuestra economía, en definitiva, fortaleciendo el estado del bienestar y reduciendo las desigualdades.

Este Gobierno ha puesto los cimientos de la igualdad en el centro de la agenda política y en el corazón de la democracia.

Trabajamos para que nunca más el sexo determine nuestros derechos a lo largo de nuestra vida, por eso necesitamos visibilizar referentes femeninos para que nuestras niñas sean las ingenieras, las astronautas, las presidentas o las investigadoras del mañana y no queremos que nos acompañe el sentimiento de culpa por tener que elegir entre trabajo o maternidad, entre carrera profesional o personal. No queremos más jornadas dobles, ni sueldos inferiores o brechas digitales.

El mundo será un lugar más justo, más amable, más sostenible, más humano y más diverso si permitimos que la mujer esté donde ella quiera estar, en la política, en las instituciones, en la cultura, en la economía o en la investigación. El mundo de hoy y el del mañana debemos construirlo mujeres y hombres. Con nosotras será un futuro ganador.