Opinión

Herir la sensibilidad

Archivo - Mando a distancia, televisión, televisor, TV

Archivo - Mando a distancia, televisión, televisor, TV / EUROPA PRESS - Archivo

Eso de advertir en los informativos que las imágenes a las que van a dar paso pueden herir la sensibilidad de los espectadores parece que lleva camino de pasar a la historia. Las del atentado en la sala de conciertos en Rusia, que a mí me estremecieron, fueron emitidas en bucle sin ningún tipo de advertencia. Es evidente que el día que se produjo la matanza, la primera vez que nos enfrentábamos a ellas, causaron un impacto terrible.

Los ingredientes con que se cocina el menú de un informativo diario, qué duda cabe, incluyen sucesos, y en estos se cuelan imágenes violentas de pelaje muy variado. Comprendo que los presentadores no van a estar alertando a cada instante que lo que veremos puede afectarnos. Pero una cosa es enfrentarnos a un formato como Aruser@s, que tiene su razón de ser precisamente en el visionado concatenado de impactos televisivos comentados en clave de humor, y otra bien diferente afrontar las noticias de la jornada. La predisposición del espectador, inconscientemente, no es la misma. De ahí que nunca está de más que se nos avise que la secuencia que viene va a ser «dura», que es como se califican ahora las barbaries.

La película Tesis, de Alejandro Amenábar, concluía con una secuencia de un hospital en el que todos los pacientes, embobados, miraban a las pantallas de los televisores de las habitaciones. Veían un informativo presentado por Teresa Castanedo en el que aparecía un rótulo: «Atención, las próximas imágenes pueden herir su sensibilidad». Corría el año 1995. Tres décadas después hemos visto tanto que estamos inmunizados. Pero siempre queremos ver más. Personalmente, me honra sentirme vulnerable ante tantas imágenes, e incluso ante tantos comportamientos indeseables. Aludo a personajes como MÁR o Rubiales, pero eso es otra historia.