Opinión

«La madre» en Alicante

"La voluntad de creer", representada en la anterior Muestra en el Teatro Principal de Alicante

"La voluntad de creer", representada en la anterior Muestra en el Teatro Principal de Alicante / INFORMACIÓN

Qué hermosa fue la conversación entre Cayetana Guillén Cuervo y Aitana Sánchez-Gijón en Atención obras, el único espacio cultural vespertino que La 2 no ha trasladado a las mañanas. Compañeras, y sin embargo amigas (me creo su empatía, ambas han sido presidentas de Academia; una del Cine, otra de las Artes Escénicas; llevan trabajando en el oficio desde adolescentes) departieron durante media hora a propósito de la intensa función La madre, del francés Florian Zeller, exitoso autor también de El padre y El hijo, representa en el Teatro Pavón.

Hubo muchos guiños y complicidades entre ambas, vídeos de actuaciones de una función de Entre bobos anda el juego de hace treinta años en la que las dos retozaban como niñas, y sobrevoló todo el rato el misterio que rodea subirse a las tablas. Aitana confesó que por fin ha conseguido que la felicidad se imponga a los nervios cuando comienza la función, pese a la tensión que preside esta que ahora protagoniza.

Cuando Cayetana anunció por dónde pasará la gira de invierno de La madre citó las Canarias, Zaragoza, Bilbao, Valladolid, Donostia y Alicante. Ahí dejó los puntos suspensivos. Entonces yo me acordé de nuestro Teatro Principal y la maltrecha situación que atraviesa. Su homónimo de Zaragoza, el Arriaga, el Calderón o el Victoria Eugenia son municipales. Cuentan con presupuestos millonarios en euros y con plantillas de personal superlativas. Como los cercanos Romea y Circo, el Lope de Vega de Sevilla, o el Cervantes de Málaga. Nuestro Principal juega en la misma liga por obra y gracia del interés de su subdirectora, Mª Dolores Padilla (la luz encendida del despacho a cualquier día y hora de la semana la delata). Entre la indiferencia de los políticos. Sin ella no me extrañaría que el teatro cerrara. Qué pena de Alicante.