Opinión

Mañana puede ser tarde para la paz

El primer y reciente ataque de Irán sobre territorio de Israel ha cambiado en mi opinión de forma sustancial la perspectiva de la guerra en Oriente Medio. Los trescientos artefactos entre drones, misiles balísticos, y misiles de crucero- enviados simultáneamente por Irán, desde Líbano, Siria, Yemen e Irán ponen de manifiesto una gran capacidad de fuego que Israel no ha podido parar por sí solo. Según diversas fuentes de los trecientos artefactos una cuarta parte fueron neutralizados directamente por los F-15E norteamericanos. Bien desde las distintas bases en la zona, o bien desde las flotas y portaaviones presentes en el Mar Rojo y en el Mediterráneo. Además, especialistas norteamericanos han ayudado a Israel en el despliegue de la cúpula de hierro que protege el territorio israelí de ataques exteriores aéreos.

En líneas generales, esta última operación militar viene a delimitar la alta dependencia operativa que Israel tiene de los Estados Unidos. Sabíamos sobradamente la extraordinaria financiación que Israel recibe del presupuesto norteamericano para su defensa militar y para mantener su nivel de vida. Conocemos que la reposición del armamento estratégico israelí depende directamente de los Estados Unidos, a pesar del importante desarrollo tecnológico del Ejército (FDI) israelí. Ahora se ha demostrado que la supremacía aérea en materia balística es de Irán; Israel tenía la supremacía desde la guerra del Yom Kippur en 1973. Sólo el apoyo militar directo de los Estados Unidos le ha salvado de un bombardeo estratégico en puntos clave del territorio israelí como son bases militares y centros de producción energética. No en vano Irán avisó con semanas de antelación de la represalia que iba a tomar por el ataque a su embajada en Siria, incluso parece que, a través de Turquía, el aviso llegó al gobierno norteamericano para limitar los posibles daños. Además, mientras los drones son relativamente baratos, una defensa como la de la cúpula de hierro o los misiles que paran los drones y otros misiles es mucho más cara. Estados Unidos ya ha avisado a Netanyahu que no le acompañará en una ofensiva directa contra territorio de Irán. Es muy dudoso que Israel, sólo, pueda atacar de forma eficaz territorio iraní. Lo que hace enormemente difícil y complejo el empleo de sus armas nucleares que sería la última baza militar. Y sería un detonante global incontrolable.

El desastre del 29 de febrero, en el que más de 100 civiles palestinos murieron mientras rodeaban camiones de ayuda humanitaria custodiados por soldados de las FDI, junto con el asesinato de los siete trabajadores de World Central Kitchen y la falta de objetivos políticos declarados para el “dia después” han deteriorado aún más la posición internacional de Israel. La narrativa global ha cambiado a favor de las fuerzas pro palestinas. A pesar de la prohibición de la presencia de periodistas, Netanyahu ha perdido la guerra de la comunicación global porque no ha podido parar las redes sociales, ni las imágenes, terribles, de las matanzas y hambrunas en Gaza.

Israel debe ahora emprender una vía diplomática que reavive el objetivo final de una solución de dos Estados, pero no lo hará este gobierno. Sólo demostrando su compromiso con un acuerdo negociado podrá Israel recuperar el apoyo que necesita de sus socios en Europa, el mundo árabe y Estados Unidos.

El jeque Ahmed Yassin, fundador de Hamás afirmó que lo único que impediría la eventual victoria de Hamas sería un escenario en el que Israel aceptara un Estado palestino. junto al suyo. “Si la solución de dos Estados se hiciera realidad, dijo Yassin, la sociedad palestina no apoyaría el camino preferido de Hamás. Y sin el respaldo popular de los palestinos, Hamás no existiría como entidad política y militar”. “Yassin tenía razón. Una solución de dos Estados no sería una derrota para Israel sino una victoria, y sería la única manera de debilitar verdaderamente a Hamás”. “Para recuperar el apoyo global, Israel debe aceptar las resoluciones de la comunidad internacional y trabajar para crear una realidad de dos Estados para dos pueblos”. (Citas de Ami Ayalón. Exdirector del Shin Bet, el servicio de seguridad interna israelí. 11-IV- 2024. Washington Post).

El gabinete de Israel decidió ignorar “el día después” en Gaza porque el simple hecho de discutir el “objetivo político” de la operación socavaría la estabilidad de la coalición gobernante. El “gran Israel”-desde el Jordán al Mediterráneo- objetivo de Netanyahu y de la ultraderecha con que gobierna ha fracasado. Y, mañana puede ser tarde para la paz.