Opinión

El cultivo de la inteligencia

El cultivo de la inteligencia.

El cultivo de la inteligencia. / INFORMACIÓN

 ─La semana pasada estuvimos hablando con el Profesor Alegre, ¿recuerdas JC?

─Sí Pa. Nos estuvo contando la situación en la Tierra, y no era precisamente optimista.

─Cierto. Nos comentó la polarización, la tribalización que sufre la Humanidad. Los daños que han causado las redes sociales, con esa impunidad incógnita inexplicable. Habló de la negación de la ciencia por iletrados, de los enfrentamientos civiles, de la miríada de teorías conspirativas que emergen como setas…

─Cierto. Y comentó que la única solución que vislumbra es la llegada de una civilización extraterrestre que cohesione a los humanos, como ha sucedido tradicionalmente en su historia: Ante un enemigo común los homo sapiens se funden como el bronce.

─Es verdad. Pero... Déjame que revise… sí… los Beltegeusianos han salido de su sistema planetario camino de la Tierra, pero tardarán en llegar allí… 624 años luz, viajan a 0.1 c… Deben aparecer por la Tierra hacia el año 8.268.

─No sé yo si los humanos aguantarán tanto…

─No lo creo tampoco. Pero hay otra solución.

─Siempre tienes cartas escondidas en la manga, Pa.

─Por algo me llaman Dios.

─Pues ilumina este páramo de desolación y podredumbre, este universo penumbroso solo dignificado por la luz de tu genio.

─¿JC? ¿Estás bien? ¿Demencia de cuerpos de Levi?

─No Pa. Es que de vez en cuando me gusta reconocer tu sapiencia y ponerme un poquito redicho.

─En fin… Como te decía, creo saber el remedio a los males de la Humanidad. Se trata de algo propio de ellos, que han ido abandonando como un trasto pasado de moda y que siempre, siempre, les ha dado buen resultado, yo diría que es la fuente de su prosperidad y desarrollo.

─La… rue…da…

─¡No JC! ¡¡¡La educación!!!

─Uffff…

─Verás, desde la muy antiguo el conocimiento se ha valorado como un bien, al principio al alcance de muy pocos. Poco a poco se fue popularizando y salió de sus guetos: monasterios, academias y liceos. Y ya recientemente, casi anteayer, los gobernantes hicieron un esfuerzo para extender la educación a todos, con planes educativos, enseñanzas obligatorias y gratuidad en el aprendizaje. Es la educación, hijo mío, lo que ha hecho al mundo un lugar más prospero, más igualitario y más acogedor para todos los humanos. ¿Qué es el ascensor social, sino educación? ¿Dónde fallaron los regímenes totalitarios, si no es en la educación? ¿O crees que todo un país puede llamar abuelito a Joseph Stalin sin saltar por los aires al poco tiempo?

─Sí parece relevante, sí…

─¡Más que eso! La educación es la que ha sacado a pueblos enteros del marasmo y del hambre, la que hace de las personas seres más felices, lo que convierte a almas cándidas en letrados capaces de apreciar el arte, la música y la belleza y la que evita que politicastros de tres al cuarto los manejen como a un rebaño de acémilas. La educación es la actividad humana más noble, JC, la que merece cualquier esfuerzo y de la que, paradójicamente, los humanos se alejan con miopía severa.

─No comprendo por qué.

─Pues es una mezcla de cosas. Quizá la moda del utilitarismo: lo que no es útil al momento no merece la pena. ¿El placer por saber? ¿La cultura del esfuerzo? ¿Estudiar pudiendo ganar dinero en una obra? ¿Invertir tiempo y esfuerzo en algo? Yo lo quiero ya, y sin esfuerzo. Ídolos que hacen ostentación de la no necesidad de conocer, mientras que los sabios son vistos como reliquias del pasado.

─Es una mezcla de factores que ponen a la sociedad en rumbo de colisión.

─Como muy bien repite don Juan Padilla en sus comentarios literarios, la sociedad actual se soporta sobre tres pilares: la filosofía griega, el derecho romano y la ética cristiana. Y esas tres columnas están sutilmente entrelazadas por la educación, el cultivo de la inteligencia, como herramienta para difundir y mantener ese conocimiento indispensable para el progreso.

─Lo voy comprendiendo, Pa.

─Hace algunos años un comité expertos estudió la educación española y los males que la enfermaban. Y propuso tres recetas para mejorar la educación de los niños españoles. La primera era leer, la segunda era la lectura y la tercera leer más. Quizás consiguiendo de los jóvenes lean, profundicen en el conocimiento, consigamos salvar a esta sociedad, antes de que lleguen los Betelgeusianos