Opinión

Manel Arranz

Manel Arranz

Manel Arranz / X

El Imprescindibles dedicado a Dalí ha sido el trabajo testamentario de Manel Arranz, que durante las últimas tres últimas décadas realizó una labor modélica en la radio y la televisión públicas. Durante su etapa como director de La 2 se creó el que resultó ser el mayor éxito de su carrera, el icónico Cachitos de hierro y cromo, que va a sobrevivir a su jubilación. También impulsó Mara y Torres (que después sería Alaska y Coronas), dirigido por Santiago Tabernero, y figura en mi listado de los diez mejores formatos del siglo XXI. Puso en marcha This is opera con Ramón Gener, Órbita Laika, Atención obras (con una duración de 60 minutos), El palco con Ainhoa Arteta y Cumbres con Edurne Pasabán.

Arranz creó el contenedor El documental de la 2 para que estos se emitiesen a las diez de la noche. También estuvo al frente de dos proyectos preciosos que vieron la luz en La 1, Cómo hemos cambiado y 50 años de, o España a través de la mirada de una serie de directores de cine catalanes de la talla de Bigas Luna, Coixet o Huerga.

Conocí a Manel Arranz cuando formaba parte del equipo de Línea 900, allá por 1993. Rodaban en la zona de la Marina un reportaje sobre las sectas, y cuando me despedí de él volví a sentir una sensación familiar: ver pasar a los pata negra de la profesión viviendo en provincias duele muchísimo. Por suerte, con Manel siempre mantuve una amistad basada en la lealtad. Fui el primer crítico televisivo en conocer todos sus proyectos.

Exquisito y culto a la par que cercano, dirigió algunos Imprescincibles de culto, como los dedicados a Juan Goytisolo, Joan Brossa, Juan Muñoz, José Sacristán o Tip y Coll.