El porqué del maldito trastorno

Los suicidios también se incrementan en la gente joven.

Los suicidios también se incrementan en la gente joven. / SHUTTERSTOCK

Gabriel Barco Alonso

Hace 10 años uno lo veía como un tema de débiles, faltos de fuerza física y emocional. Pero cuando se ve de cerca y de aquello de los nervios, del estrés, del síndrome del quemado queda poco, ya todo no da igual. Un día un coche se queda calado en medio de una avenida y tú no respondes te quedas bloqueado y por quedar el embrague pillado por la alfombrilla, pides que te ayuden.

Tú, que has pasado por la odisea de la vida, siendo independiente, solventando los problemas y como ingeniero asumiendo las responsabilidades que tocan. Después viene eso de que lo que le pasa a la mente lo acaba sufriendo el cuerpo. Los nervios se hacen fuertes en los intestinos, dolor agudo, inflamación intestinal. Bueno, centrándome en la ansiedad generalizada que al final se hace crónica, la depresión es el siguiente peldaño a descender en el camino al infierno del inframundo. Donde la desesperación coquetea con el final y ya no me importa nada. El salto al vacío, la sobredosis, ¡qué demonios puede llegar a pasar por la cabeza en momentos así!

En España se producen más de 10 suicidios por día: 25 % son mujeres y 75 % hombres. Creo que merece un examen riguroso; algo que multiplica por dos los accidentes de tráfico o laborales y no digamos otros, que se multiplican casi por cien. Pero es un tema tabú de esta sociedad capitalista, deshumanizada, decadente, consumista, egoísta y sobre todo falta de empatía hacia los demás.

Hoy un chico de unos 30, ha mantenido en vilo a muchos. Pide ayuda antes de no volver nunca más.