Combate de gobiernos: Frankenstein vs. Drácula

Rafa Zamora Sancho

Cuando se acuñó el término “Frankenstein” para referirse al gobierno legítimo de Pedro Sánchez, habría que recordar al PP que Frankenstein era el doctor, no el monstruo, y con sus investigaciones pretendía mejorar la calidad de vida. En cambio, un gobierno Drácula siempre busca chupar la sangre. Ahora tenemos dos opciones: o nos desabrochamos el cuello de la camisa y sumisamente dejamos que nos hinquen bien los colmillos, o convencemos a los evangelistas y “meapilas de agua bendita”, y apostar por la energía solar para luchar contra el negacionismo. Sol y agua bendecida, lo mejor contra los vampiros (para los reptilianos tipo Christine Lagarde habría otros métodos). Si sucumbimos en la batalla volverán las recalificaciones especulativas, las comisiones, los sobres B… Aunque el Poder Judicial seguiría igual (porque siempre ha sido de ellos). Llegarán las ilegalizaciones de los partidos cuyos integrantes no lleven tatuado en el pecho la bandera nacional (aunque a los tránsfugas se les dejará la opción de marcarles como a las reses). Los comunistas serán herejes y su hoz y el martillo cambiarán de utilidad: con la hoz segarán los cuellos de opositores, y con el martillo volverán a machacar los discos duros de sus tesoreros cabezas de turco. Lamento haber batido el record de sandeces por minuto, pero tengo que ponerme “a nivel” para debatir con Feijóo, Ayuso y Abascal.