¡Qué falta de civismo!

Un Ferrari ocupando dos plazas para personas con discapacidad

Un Ferrari ocupando dos plazas para personas con discapacidad

Susana Palacios Clemente

Es lamentable constatar que todavía quedan personas incívicas e incapaces de respetar las necesidades de otros.

Me refiero a los personajes, que ocupan plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida y discapacidad, sólo para ahorrarse unos pasos.

Estas plazas suelen ser más anchas y están situadas de forma estratégica para facilitar la accesibilidad y la movilidad, además de garantizar la inclusión y la igualdad de oportunidades de las personas con movilidad reducida. Permiten que estas personas puedan acceder a lugares públicos de forma segura y sin barreras.

Para las personas que no tienen ningún impedimento puede parecer un hecho sin importancia, pero la tiene y mucho.

Hace falta que tomemos conciencia y nos pongamos en el lugar de los otros. Dios no lo quiera, pero quién sabe, quizás un día seremos nosotros que necesitemos encontrar una plaza de aparcamiento que nos facilite un poco la vida.