La Generalitat, la patronal y los sindicatos trabajan en el diseño de una nueva Estrategia de Política Industrial (EPI) que pretende transformar el modelo económico valenciano para hacerlo sostenible y en el que la industria aporte el 20 % del PIB autonómico en 2020.

Así lo ha avanzado a los periodistas el conseller de Economía, Industria, Turismo y Comercio, Máximo Buch, acompañado por el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, y el secretario general de CCOO-PV, Paco Molina, tras la reunión del Observatorio de la industria y sectores económicos de la Comunitat.

El diseño de la nueva EPI 2020 concluirá en marzo aunque se concretará en un plan operativo posterior, para aplicar políticas que fomenten la internacionalización, la "especialización inteligente" y la captación de inversiones de la UE, han avanzado.

"En 2020, la Valenciana tiene que ser una comunidad en la que el 20 % del PIB provenga del sector industrial", ha afirmado el presidente de Cierval.

Las acciones de la nueva estrategia industrial tomarán como referencia los objetivos de la EPI 2010-2015, que no llegó a ponerse en marcha, y dará prioridad a la denominada "especialización inteligente" para maximizar las ayudas de la Unión Europea ahora que la Comunitat Valenciana ha dejado de ser región Objetivo 1.

En adelante, la UE financiará solo hasta el 50 % de los proyectos industriales presentados por las regiones europeas (que como la Comunitat percibían antes hasta un 70 %) siempre que se centren en determinadas áreas de innovación en sectores "adecuados" para las regiones, ha explicado el conseller.

Buch se ha mostrado convencido de que, en la competencia que se abrirá entre las regiones europeas, la Comunitat Valenciana tiene muchas posibilidades de acaparar las ayudas comunitarias en sectores como la cerámica o el agroalimentario.

El presidente de Cierval, en este sentido, ha abogado por "priorizar" y centrar los esfuerzos de innovación en sectores en los que la Comunitat Valenciana esté especializada y puedan lograr la atención de Europa, como el sector sociosanitario o la agricultura, que en su opinión debería "maridarse" con el sector agroalimentario.

Esta "especialización inteligente" es uno de los seis ejes que servirán de base a la EPI, con horizonte en 2020, que también contempla políticas para fomentar la internacionalización de las empresas valencianas a mercados fuera de la UE, como Rusia, Asia y Sudamérica.

Para impulsar el crecimiento empresarial se ayudará "acelerar" las "start-up" o empresas emergentes y se fomentará la colaboración empresarial, al tiempo que se promoverá la transferencia tecnológica para que ésta pueda traducirse en mejoras concretas del producto o servicio en la empresa.

Los dos últimos ejes de actuación pasarán por adaptar la formación a las necesidades del mercado y fomentar el espíritu emprendedor, así como para mejorar el acceso a la financiación de la I+D+i en las empresas.

González se ha mostrado convencido de que estas actuaciones garantizarán el empleo "al ritmo que se pueda crear", pero en todo caso "de calidad".

Paco Molina ha subrayado que "no hay ninguna economía saludable en el mundo que no tenga un sector industrial potente", que represente como mínimo un 20 % del PIB, reto de esta nueva EPI.

El president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha participado también en la reunión del Observatorio, que ha aprobado el borrador que se difundirá a representantes empresariales y sindicales con la finalidad de concluir el documento definitivo a finales de marzo.

Posteriormente, representantes del turismo y el comercio se reunirán con el sector industrial para coordinar sus estrategias y se aprobará un plan operativo con las acciones concretas, cuyo cumplimiento se revisará periódicamente.

La "estrategia inteligente", como han denominado a la solicitud de ayudas comunitarias, se concretará a continuación en función de los criterios de la UE, adonde acudirán todos los agentes implicados el diseño de la EPI, ha dicho Buch.