El conseller de Economía, Máximo Buch, se ha encomendado al año 2020 para la consecución del pleno empleo. De lograrse esta quimera, será difícil que el Consell se apunte el mérito. El programa presupuestario destinado a cualificar a trabajadores en paro con el fin de conseguir la ansiada recolocación, especialmente aquellos con mayores dificultades, sólo había gastado, a dos meses de cerrar 2012, el 16,6% del dinero con el que contaba para el año. Esto es, 48,2 millones ejecutados sobre un total de 290,8 millones autorizados en presupuesto. Un dato alarmante -en una Comunidad con 702.000 parados, según la EPA, el 28,1% de la población activa- que se ha colado en el informe mensual de ejecución de las cuentas autonómicas a 31 de octubre pasado, remitido por la Conselleria de Hacienda a las Cortes. En el polo opuesto, el programa de planificación y ordenación del sector público, desde el que se está ejecutando el ERE masivo en las empresas y organismos públicos, disparó su presupuesto para nóminas un 30%, hasta sumar 611.000 euros.

El documento de la Conselleria de Hacienda pone en evidencia las áreas sobre las que se centró el recorte en 2012. Amén de la de formación y cualificación profesional, los paganos del cierre de grifo en el gasto público para contener el déficit por la vía de parar la Administración fueron las inversiones en centros sanitarios, educativos y de mayores, la vivienda, el área de depuración de aguas, la de ordenación comercial o el turismo, así como los proyectos estratégicos. Todas ellas mostraban, a 60 días de liquidar el año, ejecuciones irrisorias que en varios casos no superaban el 10%.

Con todo, el caso más sorprendente es el de los fondos para ayudar a colectivos con problemas a salir del pozo del desempleo. El programa de formación y cualificación profesional se incluyó en el presupuesto con 215 millones y la previsió incluso se elevó a lo largo del ejercicio hasta 290 millones. Mientras se ha gastado el 61% de la dotación para personal (12,3 de 19,9 millones) y el 38% para funcionamiento (3,7 de 9,8 millones), las subvenciones están al 12,2% (31 de 256 millones); las inversiones, al 19% (856.000 de 4,5 millones); y las transferencias de capital (fondos para que otros entes acometan una inversión), al 0%, nada de 940.000 euros. Los recursos del programa se vehiculan a través de la patronal, sindicatos o cámaras de comercio y los ayuntamientos e incluyen acciones de formación, talleres de empleo y de formación en los ayuntamientos y a través de agentes sociales, la formación profesional para mejorar la competitividad de las empresas, la prevención de riesgos laborales, prácticas en centros de trabajo, becas o subvenciones a las empresas por contratar a alumnos de FP.De cara a los presupuestos de 2013, y en el marco del cambio de política impulsada por el presidente Alberto Fabra para enterrar la "cultura de la subvención" y sustituirla por la del incentivo, el Consell decidió esquilmar este programa de actuación.