Uno de los aspectos más llamativos del contrato que firmaron Ciudad de la Luz y las dos productoras fue que en él se incluyó la bautizada como «cláusula Camps». La empresa dependiente del Consell y Tornasol y Castafiore pactaron que si el complejo cinematográfico convocaba un concurso público con ayudas similares a las que recogía el convenio, pero más beneficiosas, se mejorarían las condiciones económicas del contrato de manera automática. Es, exactamente, lo que quiso plasmar expresidente Francisco Camps cuando se reformó el Estatuto. Esa cláusula permite la incorporación de competencias y derechos incluidos en otros Estatutos de Autonomía con el objetivo de que la Comunidad salga beneficiada. Y reza así: «Cualquier modificación de la legislación del Estado que, con carácter general y en el ámbito nacional, implique una ampliación de la competencias de las Comunidades Autónomas será de aplicación a la Comunidad Valenciana». Es, aunque salvando las distancias, exactamente lo mismo que hicieron Ciudad de la Luz y las dos productoras. En total se produjeron cuatro novaciones, algunas de ellas en virtud de la «claúsula Camps». A. F.