La Generalitat se apresuró a publicar en la tarde de ayer la ley de supresión de RTVV, votada horas antes en las Cortes. A partir de las 00.00 horas de hoy, la norma ha entrado en vigor, de forma que el Ejecutivo de Alberto Fabra puede ejecutar el cierre de las emisiones en cualquier momento mientras procede a la disolución de la empresa pública. Desde hace semanas, el comentario extendido en distintos foros es que la desconexión tendría lugar mañana. El mensaje, sin embargo, desde el entorno del Palau de la Generalitat es de precaución máxima y absoluta. No hay fecha, insisten estas fuentes, para el fundido en negro. Y añaden que se va a actuar con «todas las cautelas legales».

Si el Consell no está jugando a la estrategia del despiste, no dejar resquicio a una posible ilegalidad podría interpretarse como permitir las emisiones de Canal 9 y Ràdio 9 mientras se negocia el expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción de la firma. Esto es, un máximo de un mes -si no hay acuerdo antes- a partir de que se apruebe el ERE, algo que deberían adoptar los liquidadores de la sociedad, que serán nombrados previsiblemente mañana. Una de las bases de la buena fe negociadora en los despidos colectivo es mantener la actividad de la empresa mientras se dialoga con los representantes sindicales. Eso, si se procede con todas las cautelas, puede interpretarse como mantener la televisión en activo durante, al menos, el próximo mes.

No obstante, dado que ya hay más de 950 empleados cobrando sin trabajar -con vacaciones y permisos retribuidos-, una opción sería enviar a los 650 restantes a la misma situación mientras, por otra parte, se negocia el ERE con el comité de empresa. Sin operarios no hay televisión ni radio, de modo que el fundido en negro se produciría de forma natural, sin necesidad de desconexiones eléctricas, aunque se podrían dejar grabaciones y material enlatado para la continuidad de la pantalla.

Por causas naturales

Aunque el final de la cadena podría ser, en la práctica, por causas naturales. Según explicaron técnicos de la RTVV, la programación cesará por sí sola cuando la «escaleta de emisiones» deje de tener contenidos. Automáticamente, pasará a fundido a negro o aparecerá la imagen que los liquidadores de la sociedad consideren conveniente, como podría ser el anuncio del cierre obligado por ley. Los técnicos de la televisión consideran que la manera más sencilla y menos comprometida para los empleados de cesar las emisiones de la televisión pública sería dejar de introducir contenidos audiovisuales en la escaleta, un listado de programas y anuncios que se ordenan de manera consecutiva. Las mismas fuentes explicaron que una vez entrada en vigor la ley, hoy a las 00.00 horas, los técnicos del departamento encargados de introducir los contenidos en la escaleta de continuidad deberán dejar de introducirlos o podrían incurrir en un supuesto delito de sabotaje a una ley aprobada por las Cortes. En ese momento empezará una cuenta atrás hasta que, por inercia, se acaben los contenidos.