El Consell de Alberto Fabra ha decidido dar otra vuelta de tuerca en los recortes de índole más doméstico, aquellos cuya repercusión en las cuentas públicas es prácticamente testimonial, pero que resultan ejemplarizantes de cara a una ciudadanía que sigue padeciendo las consecuencias de la crisis económica y los tijeretazos en el gasto público. Con esta filosofía, la Generalitat ha puesto en marcha un nuevo plan de reducción de vehículos oficiales, de tal manera que los coches al servicio de los altos cargos de la quedarán reducidos a 29. En la actualidad, el número de vehículos integrados dentro del parque móvil de la Generalitat asciende a 51 después de un primer ajuste emprendido por el Consell hace casi año y medio y que supuso la retirada de treinta unidades destinadas a los desplazamientos de consellers y directivos.

El adelgazamiento del parque móvil al servicio de los altos cargos pasará por tanto en lo que va de legislatura de 91 unidades a 29, es decir una reducción del 60%. De esta manera, los 99 altos cargos con los que cuenta la Generalitat (sin tener en cuenta los directivos de las empresas públicas) deberán ponerse de acuerdo para disponer de los 29 coches oficiales.

Control de las salidas

No es de extrañar que la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas, de quien depende el parque móvil, haya dado instrucciones a los distintos departamentos para que se organicen muy bien las salidas a reuniones o eventos que requieran desplazamiento. Las solicitudes, advierten desde la conselleria, siempre estarán sujetas a la disponibilidad de vehículos con la salvedad de servicios urgentes o necesidades no demorables. Por eso, indican desde Hacienda, es fundamental que los altos cargos se organicen.

Ahora bien, la austeridad en el uso de los coches oficiales no supondrá carta blanca para el uso del taxis u otros métodos como el renting de vehículos. Desde el departamento de Juan Carlos Moragues se afirma que se controlará también al máximo estos gastos. En última instancia, añaden las citadas fuentes, los altos cargos deberán usar su coche oficial. Apuntan que, por poner un ejemplo, al acto con la sociedad civil que organizó Presidencia en el Puerto de Valencia muchos miembros del segundo escalón acudieron con su vehículo particular.

El nuevo plan de reducción de coches se ha repartido entre todas las consellerias, que perderán entre dos y tres vehículos por departamento. Presidencia, el departamento que aglutina el mayor número de altos cargos -19- es la que tendrá más coches a su disposición aunque al perder dos unidades se queda con cinco. Cabe precisar, con todo, que está cifra no incluye los coches asignados al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

La conselleria que tendrá menos vehículos para altos cargos será Agricultura, si bien cabe apuntar que su titular, el vicepresidente del Consell, José Císcar, tiene también competencias en Presidencia. El resto de consellerias dispondrán de tres vehículos para altos cargos, excepto el departamento de Gobernación, en manos del número dos del PPCV, Serafín Castellano, que tendrá cuatro. Con la venta de los coches, Hacienda espera recaudar 116.000 euros.