El grupo parlamentario del PP en las Cortes Valencianas rechazó ayer la tramitación de una propuesta de EU en la que se pedía incluir en la sesión plenaria de la próxima semana la reprobación del antiguo conseller de Solidaridad y exsíndic popular Rafael Blasco, actualmente diputado no adscrito tras dejar las filas del PP a raíz de su procesamiento por el supuesto fraude en el reparto de los fondos de la Generalitat para las ONG. El juicio, de hecho, se encuentra ahora mismo en su recta final y Blasco se enfrenta a penas de prisión e inhabilitación. Los diputados de EU exigían censurar al que fuera conseller con todos los presidentes de la Generalitat hasta la llegada de Fabra por «haber permitido presuntamente la creación de una presunta trama que captó al menos seis millones de los fondos de cooperación».

Los populares no entraron al trapo y vetaron la iniciativa de EU. El síndic del PP, Jorge Bellver, justificó la negativa: «No tiene sentido tratar este asunto porque actualmente se está celebrando el juicio sobre una pieza del caso Cooperación, la que afecta a las ayudas concedidas a la Fundación Cyes». En la rueda de prensa posterior a la junta de portavoces, Bellver afirmó, no obstante, que su grupo no se opone a que pueda tramitarse esta propuesta en un futuro, pero que «en estos momentos estamos en plena celebración de juicio oral y no tiene sentido que llevemos este tema». EU anunció un recurso y presentó una segunda iniciativa contra la reforma de la administración local. Tampoco prosperó la propuesta al incluir el término «País Valencià» en el texto de la moción.

El pleno de las Cortes de la próxima semana, el segundo del actual periodo de sesiones, supondrá la vuelta al hemiciclo del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que llevaba tres meses sin acudir a una sesión de control sin debatir con los síndics de los grupos parlamentarios del PSPV, Compromís y EU. Concretamente, Fabra no se sometía a las preguntas de la oposición desde el pasado 28 de noviembre. En el primer pleno después de Navidad, celebrado la pasada semana, los populares decidieron apartar a Fabra de la tensión parlamentaria. A los populares les interesa un periodo de sesiones de perfil bajo para limitar el deterioro de sus siglas y de la figura del jefe del Consell pero también, al tiempo, para evitar que las Cortes se conviertan en altavoz de la oposición.

De hecho, el PP incluyó para el debate propuestas casi intrascendentes o de consumo interno como una moción de apoyo al Tribunal de las Aguas de Orihuela o el anuncio de Jorge Bellver para impulsar una iniciativa que rechace «la ruptura de la unidad de España y las encaminadas a la autodeterminación de la Comunitat» y se respalde de forma explícita la vigencia de la Constitución y del Estatuto. La oposición, por su parte, pedirá la publicación de las «encuestas de opinión» del Consell, el copago a discapacitados y, en el caso del PSPV, paralizar la reforma de la ley del Aborto con la solicitud de que sea mediante votación secreta.