El secretario general del PSPV, Ximo Puig, señaló este martes que en 2015 los ciudadanos «van a juzgar» los 20 años de gobierno del PP de «errores concatenados, corrupción sistematizada, despilfarro, recursos escasos, caprichos, dinero fácil y falta de proyecto en busca de un atajo que no hay» y «van a votar por un cambio» en la Comunidad. Puig realizó estas declaraciones en su comparecencia ante los periodistas tras la última reunión con el secretariado de la Ejecutiva Nacional socialista para hacer balance, en la que anunció que el Comité Nacional aprobará el 24 de enero sus bases programáticas, centradas «en la limpieza democrática, el empleo y la igualdad». «Se trata de dar soluciones reales a los problemas reales, no de escribir una carta a los Reyes Magos», señaló.

Asimismo, el 31 de enero y el 1 de febrero se celebrará una conferencia autonómica a la que asistirá el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y diversos líderes regionales para «evidenciar el compromiso del PSOE con la Comunidad Valenciana».

Durante el balance que realizó, Puig recordó que José Luis Olivas ocupó durante unos meses la presidencia de la Generalitat para «asegurarse» la dirección de Bancaja, lo que llevó «al quebranto de nuestro sistema bancario y al fin de la tercera y cuarta caja de España y del banco regional del que ahora solo ha quedado Caja Ontinyent». A continuación, según dijo, vino el gobierno del «esperpento» de Francisco Camps, que «acabó absolutamente fuera de sí» y que llevó a la Comunidad Valenciana «al paradigma de lo peor» para dar paso a Alberto Fabra, que ha demostrado «el grado de incompetencia más grave de la historia». «Ha sido el peor presidente, que empezó hablando de líneas rojas y las ha traspasado todas», sentenció.

Así, enumeró que la presidencia de Fabra ha elevado el endeudamiento de la Comunidad al 36% y se superarán los 40.000 millones, una deuda de 7.241 euros por habitante, lo que supondrá «una losa terrible para el futuro»; ha propiciado que la Comunidad esté dos puntos por encima de la media del paro cuando en 1995 se encontraba dos puntos por debajo, y ha impuesto un copago que ha llevado a 1,5 millones de valencianos a tener «problemas reales para vivir con dignidad».

Puig además señaló que «ha traspasado las líneas rojas democráticas» con «un nuevo caso de corrupción cada semana». «Es un gobierno que ha llegado dopado a las elecciones y sigue incapaz de cortar de raíz la corrupción», lamentó. Prueba de ello es que en el próximo pleno para designar al nuevo alcalde de Alicante «no se deje hablar a la oposición». Por ello, recalcó que «una sociedad viva y fuerte» como «es la valenciana» debe «pasar página y abrir una nueva etapa».