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El Botànic abre la puerta a subir impuestos a las rentas altas en medio de la bronca con PP y Cs

El Consell dice que renuncia a imponer más tributos a corto plazo aunque sí considera estudiar una «actualización» de la fiscalidad para mantener el Estado de Bienestar - Las Cortes vuelven a escenificar una fractura total entre Gobierno y oposición con acuerdos muy puntuales

El Botànic abre la puerta a subir impuestos a las rentas altas en medio de la bronca con PP y Cs

La subida de impuestosno está en la agenda del Botànic. Con la fiscalidad como tema estrella en el debate sobre política general que esta semana se desarrolla en las Cortes y, en medio de la discusión de las 44 propuestas de resolución presentadas por Consell y oposición, muchas de ellas concernientes a qué ocurrirá con los tributos en los próximos presupuestos autonómicos, desde el Gobierno valenciano se apresuraron ayer a dejar bien claro que descartan cualquier subida. Fuentes de la Conselleria de Hacienda aseguraron a este diario que «a corto plazo» no hay ninguna intención de aumentar los tipos impositivos, una modificación que, en todo caso, tendría que pasar primero por el Observatorio Fiscal de la Comunitat Valenciana, por lo que es imposible que los presupuestos de la Generalitat de 2021, que se deberían presentar a finales de octubre, incluyan una reforma tributaria de calado.

Ahora, desde Hacienda sí se contempla que la comisión de expertos sobre la reforma tributaria, «estudie opciones». Al igual que se está a la espera de saber si el Gobierno central modifica los tramos impositivos que controla el Estado. A partir de ahí, «muy a largo término», se podría estudiar la posibilidad de adaptar los tramos autonómicos. Con este planteamiento, desde el Consell insisten en que en la propuesta de resolución presentada por los grupos del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos) se pide «revisar y reordenar» las deducciones autonómicas del IRPF, teniendo en cuenta que ya existen cerca de 30 tipos de fórmulas de deducción, un modelo que es necesario «simplificar».

Precisamente, esa propuesta del Botànic sobre el «plan de justicia fiscal» fue la que suscitó el mayor enfrentamiento en las Cortes. Durante toda la larga jornada de debate, los diputados socialistas se volcaron en defender la necesidad de disponer de ingresos para mantener el Estado de Bienestar. En el hemiciclo, el diputado José Muñoz subrayó que «el Botànic no está por subir los impuestos», sino por que «aquellos que más tienen, paguen más». En los pasillos, el síndic del PSPV, Manolo Mata, apuntó que «el Botànic no está hablando de subir los impuestos, sino de aplicar una fiscalidad progresiva, como recoge la Constitución, y de impulsar una fiscalidad verde, más centrada en incentivos fiscales que en imposiciones». Por contra, el PP, en boca de Rubén Ibáñez, acusó a los socialistas de mentir y reclamó bajar impuestos, puesto que «no es el momento de ordeñar más a los ciudadanos».

Con la bronca imponiéndose de nuevo en el parlamento, fueron muy escasas las palabras dirigidas hacia el consenso y muchas las expresiones y gestos lanzados para escenificar la ruptura entre gobierno y oposición. Los bloques ideológicos de izquierda y derecha apuntalaron su posición en todos los frentes posibles. No hubo acuerdo ni para reivindicar la reforma de la financiación, algo habitual. Los grupos del Botànic tan solo se abrieron a alcanzar algún acuerdo con el PP y Cs en momentos muy concretos. Con los primeros, para que se elabore con urgencia un plan de refuerzo de la Justicia, y, con los segundos, para que los presupuestos de la Generalitat de 2021 sean un «reflejo fiel» de los acuerdos de reconstrucción. Fuera de ahí, la fractura en las Cortes Valencianas fue total.

DE LAS DISCULPAS DE JOSÉ JUAN ZAPLANA A LA DEFENSA DE QUE NO HAY PERSONAS ILEGALES


El diputado del PP reconoce el error con el centro de salud de Fuenlabrada y Vox se gana las mayores críticas


Salvo un par de excepciones, una a una, las 32 propuestas de resolución presentadas por la oposición (doce de Cs, once del PP y nueve de Vox) fueron rechazadas casi por completo. Al igual que los diputados del Botànic tampoco encontraron ningún apoyo a las doce propuestas que defendieron, ni las de sanidad, educación, vivienda, innovación o cultura. Cada diez minutos se despachaba un asunto diferente, réplicas incluidas. Del PP se encargaron los diputados socialistas, a Cs le contestaron, en la mayoría de casos, parlamentarios de Compromís,y de Vox se encargó Unidas Podemos. Una de esas «parejas» fue la formada por José Juan Zaplana (PP) y Carmen Martínez (PSPV). El diputado alicantino pidió disculpas por mostrar en las Cortes un documento que no correspondía con la realidad (el centro de salud «Alicante», ubicado en Fuenlabrada). Pero, tras reconocer el error, enseñó una decena de quejas de sanitarios de centros de salud de la Comunidad (incluido Alicante, Elche o La Vila) criticando los recortes del Consell en las plantillas de médicos para atender la segunda ola del virus.

En todo caso, la ovación más prolongada de la jornada se la ganó la diputada de Podemos Irene Gómez, nacida en Perú, que fue la encargada de contestar al parlamentario alicantino de Vox David García. El diputado de la formación ultra, utilizando el término «mena» para referirse a los menores que están en centros de acogida, alertó de que los vecinos del barrio alicantino de Altozano «han dicho basta contra sus menas». García recordó a los emigrantes que se fugaron del hospital de campaña de Alicante y criticó que «un mena nos cuesta más de 200 euros al día frente a 78 euros que pagamos por una persona mayor en una residencia». Contra estas afirmaciones, acompañadas de fotos de los atentados islamistas de Barcelona o Niza, Irene Gómez defendió que «no hay ninguna persona ilegal», le pidió a García que «no vociferara» y que respetara a los inmigrantes, ya que «no son ilegales». Mientras se coreaba desde la bancada de la izquierda que ningún ser humano es ilegal, Gómez hacía saber que tenía familiares que habían estado en primera línea de batalla contra el covid-19. «¿Qué sería de España sin los inmigrantes?», afirmaba una diputada que ha tenido a hermanos «luchando contra la pandemia, ayudando a mayores».

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