Ferviente europeísta, no en vano fue eurodiputado por el Grupo Socialista, el actual secretario autonómico para la UE y Relaciones Externas, Joan Calabuig, defendió ayer la importancia y la repercusión que tendrán los fondos europeos anticrisis (750.000 millones para la UE, de los que a España le corresponderían 140.000) para el futuro de la Europa comunitaria, así como para la transformación de las economías nacionales y de los sectores en el avance hacia la digitalización, la economía verde y la resiliencia, los tres pilares en los que se basan los fondos europeos.
Unos recursos que, a su juicio, significan, además, «el inicio de un nuevo tiempo». Un pronóstico que dio título a la ponencia que desarrolló en el Foro + Europa, organizado por INFORMACIÓN y Casa Mediterráneo; y en el que colaboran la Cámara de Comercio de Alicante; la Generalitat Valenciana, la Euipo (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea); y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Su intervención en el salón de actos del Club INFORMACIÓN no podía tener más vigencia ayer, después de que el día anterior, tras una larga negociación, la UE consiguiera superar el veto que imponían Hungría y Polonia a los fondos europeos.
Superados los vetos
Una postura que ha representado en las últimas semanas una seria amenaza para que el plan anticrisis pudiera ponerse en marcha. «Hoy es un día de alegría», subrayó Joan Calabuig, refiriéndose a la superación de los vetos polaco y húngaro. Y, haciendo patria, el interlocutor del Consell con Bruselas, incidió en que con la llegada de los recursos europeos se dará apoyo al sector turístico (incluyendo la hostelería), dado que estas actividades han sido unas de las más castigadas por el impacto del covid-19, «y, especialmente, se ha notado en Alicante, donde tienen gran peso en su economía». El de ayer, que fue el último evento de este año 2020 del Foro + Europa, fue moderado por el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot; y la presentación del ponente corrió a cargo de Vicente Micol, vicerrector de Relaciones Internacionales de la UMH. Micol destacó el vasto conocimiento de Calabuig de las instituciones europeas, así como su amplia trayectoria política. Pero, además, Micol, al hilo de la conferencia, resaltó el papel de las universidades en el proceso de cohesión en Europa, a través de la cooperación transnacional en multitud de proyectos de investigación con distintas universidades de la UE. Una colaboración que la propia UMH está realizando con homólogas en la UE.
Calabuig desarrolló su ponencia en el salón de actos del Club INFORMACIÓN, donde hubo asistencia presencial limitada por el aforo debido a las medidas por el covid, al mismo tiempo que pudo seguirse vía telemática. Entre los asistentes presenciales, se encontraban políticos alicantinos, así como autoridades provinciales y locales, además de representantes universitarios.
Digitalización y energía verde
El ponente reiteró en varias ocasiones la firme voluntad del Consell en la preparación de los proyectos que presentarían al plan de recuperación europeo, así como que aún se siguen reuniendo con sectores e instituciones para ver las fórmulas de gestionar y de priorizar los recursos. Aunque Calabuig no profundizó en los detalles, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya anunció hace unas semanas los más de 400 proyectos presentados por el la Generalitat para acogerse al plan europeo. Entre ellos, se encuentra el programa destinado a la transformación digital y el de eficiencia energética del turismo, con un presupuesto de 196 millones. Igualmente, las iniciativas del Consell, recogidas en el plan nacional y presentadas ya en Europa, también incorporan el apoyo para los sectores tradicionales y para las pymes, según aseguró Calabuig. «Hay que hacer un esfuerzo para que los recursos lleguen a las pymes y no solo a las grandes empresas, al igual que apoyen la reforma de los sectores tradicionales y les ayuden a prepararse para el futuro», sostuvo en la ponencia.
En este campo, el secretario autonómico aludía al gran reto que plantean estos fondos, como es lograr la eficiencia energética. Calabuig insistió en la importancia del «compromiso» y de la «implicación de las instituciones y de los sectores para con el desarrollo de los planes que se acojan a los fondos europeos». Y recordó que «nos hemos comprometido a que en 2050 Europa sea neutra en emisiones de carbono. Y eso supone una transformación enorme», advirtió. Y las vías necesarias para lograr ese objetivo es acelerar el uso del coche eléctrico, el cambio del gas hacia el hidrógeno, por ejemplo, como energía limpia en las empresas. Pasos necesarios, entre otros, para frenar el cambio climático, «otro de los retos», subrayó. Todo ello, porque «estamos en un tiempo de transformación, no sólo imprescindible, sino inevitable para afrontar los retos del futuro» resaltó.
Deuda conjunta
Además de mostrarse convencido de los beneficios que supondrán los proyectos transformadores con los fondos europeos, el secretario autonómico para la UE quiso reiterar los pasos históricos que ha dado la Unión Europea, derivados, fundamentalmente, de los efectos devastadores de la pandemia. Por una parte, el propio montante de los recursos (750.000 millones de euros). Y por otra, la decisión nunca antes tomada de «acudir, en conjunto, a endeudarse. Este es un salto sin precedentes en el proceso de convergencia europea y que nos permitirá seguir adelante en las mejores condiciones posibles», señaló el secretario autonómico, quien también pronosticó que puede suponer un precedente de cara al futuro. Para Calabuig, los beneficios de participar en el proceso de transformación a través de los fondos europeos es que «no solo nos ayudarán a salir de la crisis, sino a salir reforzados», además consideró que es una buena oportunidad para modernizar las administraciones, los servicios públicos y las empresas.
El ponente advirtió de que este proceso de transformación no significa recuperar y «ponernos en el día antes del inicio de la pandemia, sino que hablamos de futuro». Ahora, el representante político tampoco dejó de admitir que, primero alcanzar los fondos y, después gestionarlos, «van a suponer un gran esfuerzo». Además, las condiciones de la UE exigen que exista un amplio acuerdo político-social y que haya colaboración público-privada. Unas líneas en las que está trabajando la Generalitat y que está encontrando respaldo e implicación con los agentes sociales, las instituciones y los propios sectores, «que están muy ilusionados», dijo.
Amenazas y debilidades
Al margen de un gran esfuerzo, participar en ese gran proyecto de reconstrucción de Europa no está exento de amenazas y debilidades, reconoció Calabuig. Además de la propia crisis del covid, admitió que «hay interferencias en el funcionamiento de nuestras democracias que se producen por la intervención masiva en redes para movilizar a la opinión pública».
Y también citó las debilidades a vencer, como las desigualdades sociales generadas por el covid, además de la necesidad de reordenar las normativas para que la tramitación de los recursos sea más ágil. Y, en este sentido, añadió que tanto España como la Generalitat ya están trabajando para realizar esos cambios.
