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Entrevista a Ana Berenguer, directora general de Análisis y Políticas Públicas

Ana Berenguer: «Debemos ir a niveles más bajos de contagios para que con las vacunas se pueda salvar el verano»

Berenguer asegura que aún es pronto para pensar en la posibilidad de ser alcaldable en la capital

Ana Berenguer, en un momento de la entrevista. |

¿Cómo se dirige la puesta en marcha y la supervisión de políticas públicas en tiempos de pandemia y con una crisis sin parangón?

Ninguna administración del mundo estaba preparada para esta catástrofe. La clave de la gestión de la pandemia reside en ser emprendedor y pionero. En el caso de la Administración autonómica y del president de la Generalitat, la clave ha residido en su capacidad y en la de todo su equipo de trabajar en el uso de la evidencia en la toma de decisiones, evidencia como uso de los datos y como el entendimiento del contexto incorporando a la sociedad civil en la toma de decisiones. El tercer pilar que ha caracterizado la gestión ha sido la búsqueda de la unidad política.

Sin embargo, y pese a esa unidad de la que habla, en los últimos meses se han evidenciado muchas diferencias en el seno del Botànic...

Creo que nos podemos sentir orgullosos de la gestión del Botànic y de la descentralización de la gestión de las distintas áreas, como Educación. Podemos presumir de una gestión ejemplar y de cómo los colegios han sabido incorporar las medidas de protección. La mesa interdepartamental, que se reúne periódicamente, es un reflejo de esa capacidad que ha tenido el Botànic de consensuar la gestión de la pandemia de una manera ejemplar, y también lo es la disponibilidad del president y de la consellera de Sanidad a la hora de acudir a las Cortes y de contar con la oposición en el propio desarrollo de esa gestión sanitaria, incorporando propuestas e ideas, y en la gestión de la recuperación económica.

Berenguer, con sus dos móviles en primer plano. | JOSE NAVARRO

Las luces largas, en teoría, deberían marcar la implantación de las políticas públicas. ¿Es factible en un contexto de crisis sanitaria como la que vivimos?

En tiempos de pandemia, pero también en otras circunstancias, lo más difícil de la política es equilibrar el ciclo político, que es rápido y dinámico, con las luces largas o el trabajo de prospectiva, pero el plan de recuperación es un ejemplo muy claro. Se está trabajando en la prioridad, que es el shock económico, pero sin dejar de lado el crecimiento a medio plazo y la regeneración de la economía de la Comunidad. Es por eso por lo que, a pesar de que muchos de los recursos de la Administración están siendo dedicados al corto plazo, ya se está trabajando en la recuperación a largo. La Estrategia Valenciana para la Recuperación es la mejor herramienta y el mejor ejemplo. En noviembre ya presentamos un borrador, y una parte importante de los recursos y de los efectivos de la Generalitat estamos trabajando en eso desde hace meses.

¿Cómo se convence a un político de que lo importante no son los anuncios que no tienen más recorrido que el de un titular puntual?

La diferencia fundamental entre Nueva York y la Comunidad Valenciana está en la predisposición que he visto entre el líder político de aquí y el de allí a la hora de incorporar precisamente esa reflexión basada en la evidencia en la toma de decisiones. En Estados Unidos me costó un año hacer una estrategia muy detallada para incorporar esto en el flujo de trabajo, mientras que aquí ya existía una predisposición y una generosidad de manera natural.

¿Cómo se convence a los políticos?

Una de las claves precisamente es unir el uso y la interpretación de los datos con el entendimiento del contexto en el que operas y, para eso, incorporar a la sociedad civil es fundamental. Si no conoces el contexto de los problemas, no tiene ningún sentido ni siquiera mirar los datos para tratar de resolverlos. La evidencia es conjugar las voces de la sociedad civil con los datos que tienes a tu disposición, y luego aprovechar las oportunidades públicas. En Nueva York, lo que abrió la posibilidad de que pudiera hacer mi trabajo fue la promesa pública del alcalde de crear 100.000 puestos de trabajo de calidad. Eso cambió la forma de hacer política, porque se obligó públicamente a contabilizar los puestos de trabajo que creábamos. En nuestro caso, la pandemia nos ha obligado a ser emprendedores y pioneros, y ha supuesto esta oportunidad de romper silos a favor de la evidencia.

La directora general de Análisis y Políticas Públicas, en INFORMACIÓN, tras la entrevista. jose navarro | JOSE NAVARRO

La Inteligencia Artificial está muy unida a los datos. ¿Se le está sacando suficiente partido en la toma de decisiones para afrontar la crisis sanitaria y económica?

En estos momentos, está jugando muchos papeles. Uno fundamental y el más evidente es el del análisis de datos. Uno de los modelos predictivos que nos ha estado ayudando en la gestión de la pandemia y, en particular, durante la tercera oleada, está basado en la Inteligencia Artificial.

A veces da la sensación de que hay sectores dentro del Botànic que cuestionan el uso de la Inteligencia Artificial o la macroencuesta dirigida por Nuria Oliver. ¿Cómo vender eso fuera cuando dentro hay quien no se lo acaba de creer?

La Inteligencia Artificial es una manera de hacer análisis y la macroencuesta ciudadana es una fuente de información que, con una crisis como la que estamos viviendo, ha sido fundamental para entender cosas tan necesarias como la capacidad que tenía la gente para sobrellevar las primeras semanas de la pandemia, o intentar entender la predisposición a vacunarse. No obstante, lo más importante es que la encuesta ciudadana nos ha servido para entender el nivel de cumplimiento por parte de la ciudadanía de las medidas adoptadas por el Consell. Hemos utilizado esa encuesta a la vez que los datos de movilidad de las teleoperadoras, un análisis de datos que seguimos haciendo para intentar entender si los ciudadanos han adaptado sus comportamientos sociales, incluyendo la movilidad, durante estos meses.

¿Y cuál es la conclusión?

Gracias a eso sabemos que la clave del aplanamiento de la curva que hemos observado en las últimas semanas, y fue también lo que ocurrió en la primera y en la segunda ola, ha sido el excelente seguimiento por parte de la ciudadanía de las medidas adoptadas por el Consell.

Las limitaciones a la movilidad y a las reuniones sociales ayudan a frenar el nivel de contagios, pero la imposición de restricciones siempre ha venido acompañada de críticas. ¿Qué falla?

Falla algo que es muy normal, que es la fatiga pandémica. Llevamos un año en una situación completamente desconocida, pero no está fallando el entendimiento de las medidas. Sabemos por la encuesta ciudadana que el comportamiento de las valencianas y los valencianos ha sido ejemplar, en tanto en cuanto a las disminuciones de los niveles de movilidad y los descensos drásticos de los niveles de socialización se han dado en mayor magnitud en la Comunidad que en el resto de España.

¿Cuál es el escenario que se maneja en estos momentos en cuanto a la evolución de la pandemia?

Ahora mismo estamos en un descenso muy acelerado de la tercera ola, que esperemos que continúe así. Tenemos que bajar a unos niveles todavía más bajos para que, junto al escenario de vacunación masiva que está a punto de abrirse, poder salvar el verano y empezar a pensar en una recuperación económica a través principalmente del turismo, tan importante para la Comunidad.

Y, partiendo de esa importancia que tiene el turismo y con los datos que hay sobre la mesa en estos momentos, ¿cuándo se podría levantar el cierre perimetral de la Comunidad Valenciana?

No lo sabemos aún, es demasiado pronto. Todas las predicciones que hagamos más allá de una o dos semanas son puro juego. Hay muchas variables. Tenemos que ver qué papel juega la vacunación, y eso dependerá del número de dosis que nos lleguen. Tenemos que ver también cómo evoluciona el nivel de incidencia de las nuevas variantes. Hay muchos interrogantes todavía asociados a la vacunación e incertidumbres que resulta imprescindible responder para contestar a esa pregunta. No obstante, y volviendo a las luces largas, el president ha promovido la creación de un programa de investigación de vacunas con el fin de aglutinar todo el talento investigador de la Comunidad para resolver las incertidumbres que todavía quedan, como, por ejemplo, cómo puede cambiar la efectividad de las vacunas ante las nuevas variantes, cuál va a ser la duración de la inmunidad...

Ya, pero el principal problema hoy por hoy es que no acaban de llegar dosis suficientes...

El compromiso del Gobierno de España y de la UE es que la vacunación masiva va a ser posible a partir del 1 de abril. Es verdad que no sabemos exactamente la cantidad de vacunas todavía, pero sí jugamos con diversos escenarios, y podemos empezar con la planificación.

En función de esos escenarios, ¿para cuándo se podría recuperar cierta normalidad?

Esa pregunta es imposible de responder. Nadie sabe si el virus realmente va a desaparecer o si lo vamos a llegar a controlar. Es verdad que en los escenarios de menor incidencia, y hasta que tengamos más certidumbres sobre el futuro de la pandemia, se contempla que al menos mantengamos un nivel de responsabilidad en nuestro comportamiento, con lo que eso implica en cuanto a mascarillas, ventilación y distancia social.

¿Cómo se trabaja en el día después de la pandemia?

Ahora mismo es difícil pensar en un mundo sin emergencia sanitaria porque nuestra prioridad absoluta es la gestión de la pandemia y de la crisis económica derivada de esta crisis sanitaria.

Sin embargo, prácticamente nadie duda ya de que la crisis económica se prolongará más allá de la emergencia sanitaria...

Lo primero es pensar qué estructura económica va a ser resiliente ante impactos como éste, en qué se va a convertir y en qué queremos que se convierta. Algunos de nuestros sectores tradicionales se han visto más impactados que otros por la pandemia. Con los más afectados, habrá que trabajar para hacerlos más resilientes. De todos modos, desde un punto de vista de gestión de políticas públicas, no creo que sea distinto el impacto del covid y el de la DANA. Se trata de construir resiliencia de cara al futuro ante otras catástrofes.

El turístico es uno de los sectores más afectados por el covid, y no han faltando voces críticas en estos meses reivindicando un cambio de modelo. ¿Qué papel va a jugar el turismo en ese futuro poscovid?

El PIB de la Comunidad Valenciana depende en gran medida del turismo. El único escenario posible es pensar en apoyar y mantener el turismo como fuerza económica de la Comunidad y como fuente de trabajo.

¿Cómo se evita que el Vega Renhace sea un plan más que acaba en un cajón?

La enorme implicación de la sociedad civil en el desarrollo del plan y en la propia implementación de ese plan a través del consejo asesor en el que representantes de toda la sociedad civil de la Vega Baja están junto a los comisionados, que también son sociedad civil, es una de las claves. La segunda clave es el compromiso indiscutible de la Generalitat con esa comarca, que se traducirá en el Vega Renhace como un gran proyecto europeo por el que la Generalitat va a pedir complementar los fondos comprometidos en nuestros presupuestos.

Habla de implicar a la sociedad civil. En una provincia tan diversa, ¿cómo se hace?

El año pasado, con la intención de entender mejor el contexto en el que opero, busqué la creación de un grupo de profesionales de una nueva generación, heterogéneo, multidisciplinar, que son sociedad civil, que nos permitiera identificar oportunidades y problemas, e impulsar iniciativas a largo plazo. En ese contexto se identificaron problemas nuevos y antiguos. Entre los antiguos, está la reivindicación de potenciar las sinergias entre Elche y Alicante a través de proyectos vertebradores.

¿Es factible esa vertebración con los antecedentes de los que partimos?

Precisamente somos una nueva generación que quizás no teníamos tampoco la visión de cuáles habían sido los problemas del pasado. Por tanto, volvimos al origen, a preguntar a las generaciones anteriores qué había fallado, y se decidió en ese grupo de reflexión hacer una apuesta que fuera de abajo arriba y no de arriba abajo, que viniera de la sociedad civil y no de los respectivos gobiernos de cada una de las ciudades.

Llegó a sonar como alcaldable por el PSPV en Alicante hace dos años. ¿Se ve como candidata dentro de dos años?

Ahora mismo mi prioridad absoluta está en apoyar al president en la gestión de la pandemia y en la crisis económica derivada del covid. No hemos llegado ni a la mitad de la legislatura y es demasiado pronto para empezar a pensar en el futuro.

Su padre fue conseller. Sin embargo, el hecho de haber pasado tanto tiempo fuera, ¿puede quitarle pedigrí dentro del partido?

Habrá que preguntárselo al partido. Yo sólo puedo decir que me he sentido muy arropada desde que he vuelto a casa.

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