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Línea de producción de una fábrica del sector de la metalurgia, ubicada en Xixona. | HÉCTOR FUENTES

El desempleo desbanca a la emergencia sanitaria como principal preocupación social

El último barómetro de la Generalitat muestra el respaldo de la ciudadanía a su gestión del covid, sobre todo en la vacunación, pero suspende las políticas llevadas a cabo por el Consell para la reactivación económica tras la pandemia

Una vez superada la etapa más convulsa de la crisis sanitaria, la ciudadanía se muestra mayoritariamente orgullosa del esfuerzo colectivo realizado por la sociedad valenciana y, con ello, de los resultados obtenidos en la lucha contra el covid. Los residentes en la Comunidad respaldan la gestión de la pandemia por parte del Consell, especialmente en materia de vacunación, con una tasa de aceptación del 62,7%, pero su principal preocupación ya no es la emergencia sanitaria, sino el desempleo. De hecho, la mayor parte de la población considera que la Generalitat debería prestar ahora una total atención a fomentar que las empresas puedan crear puestos de trabajo de calidad en el marco de las políticas de recuperación pospandemia; una tarea, la de impulsar la reactivación económica, en la que el Gobierno autonómico recibe un saldo negativo del 7,3%.

Las conclusiones del último barómetro realizado por la Generalitat se presentan como una suerte de fotografía de la situación social y política de la Comunidad, un informe que está llamado a servir de brújula para guiar la hoja de ruta del Consell en su acción de gobierno. Las valoraciones se realizan en un contexto en el que el 60,8% de los ciudadanos estima que la situación económica es mala en la Comunidad, aunque, al mismo tiempo, confían en un escenario más próspero a corto plazo, pues el 42,7% cree la situación mejorará en los próximos 12 meses. Con todo, el mensaje que lanza el 61,4% de la sociedad en tiempos de dificultades es bien claro: los políticos deberían esforzarse por alcanzar acuerdos, aunque ello implique renunciar a algunas de sus ideas y promesas electorales. También en ese sentido suspenden la gestión de la Generalitat, con una nota negativa del 9,7% en la valoración sobre cómo trabaja la Administración que preside Ximo Puig en la búsqueda del diálogo social y el consenso político, es decir, que las opiniones sobre que su gestión ha sido mala o muy mala superan en dicho porcentaje a las que estiman que lo ha hecho bien o muy bien.

Mientras que la ciudadanía aprueba la gestión sanitaria del Botànic, cunde el desánimo con la situación económica y política, aunque en mayor grado a nivel estatal que regional. La encuesta realizada por la empresa GfK para la Generalitat a partir de 4.000 encuestas realizadas entre el pasado 11 de junio y el 21 de julio, con un coste de 86.733 euros, recoge que mientras que el 60,8% de los participantes en el estudio considera malo el escenario económico en la Comunidad, el porcentaje se eleva hasta el 79,2% cuando se valora la situación del país. Y lo mismo ocurre con la valoración política: mala para el 55,9% en el territorio autonómico, mientras que la cifra se dispara hasta el 77,8% en el plano estatal. En esta línea, el informe recoge una preocupación generalizada por la polarización política: casi un 80% cree que en España está bastante o muy polarizada frente al 61,1% que realiza esa evaluación a nivel autonómico. Y es por ello que se urgen consensos en beneficio de la ciudadanía y se exige también una mayor coordinación entre administraciones locales y nacionales, otro de los asuntos en los que el Consell no pasa la nota de corte y se queda en -7,4%.

La directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer, que presentó este jueves el estudio, valoró que los resultados «dibujan un escenario de recuperación y de orgullo por lo conseguido, a pesar de la crisis generada por la pandemia». En esa línea, la gestión de la vacunación es la mejor valorada, seguida de la difusión de recomendaciones sanitarias (+52,6%) y la propia atención sanitaria (+25,8%). Berenguer destacó que los encuestados «aprueban de manera generalizada la gestión asociada a la pandemia, sobre todo la atención sanitaria recibida», aunque matizó que los aspectos relacionados con el contexto actual de recuperación son los que han recibido una valoración menos positiva, por lo que aseguró que la Generalitat está centrada en trabajar para lograr la recuperación económica. «Para nosotros es un llamamiento al esfuerzo, al diálogo y al consenso», trasladó.

Desempleo, sanidad y economía y crecimiento son, en ese orden, las tres principales preocupaciones de los valencianos en la actualidad, tras relegar a la pandemia al cuarto puesto. Cuando se pregunta a la población acerca de su percepción sobre las prioridades que deberían recibir mayor atención en la estrategia de recuperación, el 90% coincide en que se debe facilitar la creación de trabajo, mejorar el sistema educativo, asignar mayores recursos a la investigación sanitaria e innovación.

En todo caso, la ciudadanía muestra un contundente rechazo, por encima del 95%, a reducir el gasto público en investigación científica, servicios sociales, desempleo, enseñanza y, sobre todo, en Sanidad. Se trata de un apoyo a la inversión pública que, sin embargo, contrasta con el hecho de que la financiación autonómica, es decir, los recursos que la Comunidad recibe del Estado, ocupe una de las últimas posiciones en las preocupaciones de los ciudadanos. Y son esos fondos, precisamente, los que financian esos servicios. Aún así, el 75,1% de los participantes en este trabajo de campo estiman que es el Estado el responsable del bienestar de todos, mientras que el 11,4% considera que son los ciudadanos los responsables de su propio bienestar.

Crece el apoyo al actual Estado de las autonomías

El barómetro 2021 difundido por la Generalitat Valenciana recoge que el 44,9% de los 4.000 entrevistados está a favor de un modelo de organización territorial del Estado a través de comunidades autónomas que mantengan las atribuciones actuales. Se trata de un porcentaje que crece en comparación con los datos del CIS para la Comunidad Valenciana en 2015 y 2019, cuando los porcentajes se situaban en el 36,9% y el 41,1%, respectivamente. Al mismo tiempo, se registra una reducción progresiva de los apoyos a un modelo de Estado sin autonomías o con menos competencias territoriales que en la actualidad, que se cifra ahora en el 29,2% frente al 40,3% de hace seis años, algo que desde el Consell se interpreta como una reducción de los partidarios de formas más extremas. La cifra de los que apoyan hoy que las comunidades puedan ser estados independientes alcanza el 4,9% de los entrevistados.

Entre los participantes en el estudio, el 30,8% afirma no sentirse cercano a las ideas de ningún partido político; el 22,2% al PSOE; el 13,7% al PP; 7,5% a Compromís; 5,3% a Podem; 5,1% a Vox; 2,4% a Cs; y 1,9% a EU.

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