Mazón reivindica la figura de González Pons para sumar influencia en el nuevo PP de Feijóo

El Partido Popular ha puesto rumbo hacia una nueva etapa, la del gallego Alberto Núñez Feijóo como próximo referente nacional. El traspaso oficial de poderes entre el líder caído en desgracia, Pablo Casado, y el presidente de la Xunta de Galicia se producirá en el congreso extraordinario, convocado para el 2 y 3 de abril. Hasta entonces, dos son los nombres que han sido designados para pilotar la transición: Cuca Gamarra, como coordinadora general del partido hasta la celebración del cónclave, y Esteban González Pons, como presidente del comité organizador del congreso. Ese último nombramiento, el del europarlamentario valenciano que estuvo al frente de tres consellerias en la Generalitat con Francisco Camps, que ha sido senador, diputado y, en el plano orgánico, vicesecretario general de Comunicación del PP con Mariano Rajoy, ha sido celebrado con toda la euforia por la ejecutiva popular de la Comunidad Valenciana. La cúpula que lidera Carlos Mazón se ha volcado en reconocimientos públicos hacia su figura, hacia la persona que confían en que les ayudará a sumar influencia en el ciclo de Feijóo. De hecho, en determinados círculos se apunta ya a que González Pons podría ser el nuevo secretario general de los populares, y el también europarlamentario y ex ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, en una entrevista en Plaza Radio, llegó a afirmar que «yo apostaría por él», aunque admitió que puede haber más candidatos.

«Un gran valenciano frente a un reto que, una vez más, superará. Una gran representación para la Comunidad Valenciana». Esos fueron algunos de los halagos que Mazón dedicó este jueves a González Pons, quien, a bote pronto, se ha convertido ya en el nuevo hilo directo entre el PP de la Comunidad y Génova. Aunque se desconoce si el valenciano mantendrá un cargo destacado en la futura ejecutiva liderada por el mandatario gallego, no es extraño que, finalmente, fuera así, a tenor de la magnífica relación que mantienen, según se asegura en diversos entornos del PP. El hecho de que se haya confiado al europarlamentario la organización del congreso extraordinario llega, precisamente, en un momento en el que Mazón ha visto como su principal padrino en Madrid, el ya exsecretario general del PP, Teodoro García Egea, se ha visto obligado a dimitir, tras ser señalado como uno de los principales responsables, junto a Casado, de la crisis sin precedentes derivada del enfrentamiento de la dirección nacional con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

La decisión de poner al frente de la organización de un congreso del PP a un diputado en el Parlamento Europeo no es nuevo. Ya ocurrió, por ejemplo, cuando se designó a Luis de Grandes como presidente del cónclave que sirvió para designar al sucesor de Rajoy. Se trata de una fórmula que se utiliza en esta serie de procesos al considerar que, al disponer de acta en Bruselas, están habitualmente más alejados de la batalla orgánica. 

Con todo, lo cierto es que como presidente del comité organizador, no tendrá poder real, pero se presupone que sí sumará influencia. Eso es algo que, por lo pronto, da aliento a los populares de la Comunidad. González Pons y la secretaria general del PPCV, María José Catalá, mantienen una sólida relación de amistad. De hecho, fue él quien presidió el comité en el que se ratificó el liderazgo de Catalá al frente de la agrupación de València. El europarlamentario también coincidió con Mazón en los años que ambos mantuvieron responsabilidades en la Generalitat.

«Estamos muy orgullosos y contentos de empezar ya siendo una delegación con tanta fuerza en el próximo congreso», aseguró Catalá, que destacó que la valenciana «va a ser de las pocas comunidades que va a tener dos representantes en el comité organizador»; el propio González Pons y el que designará la ejecutiva regional, como hará el resto de agrupaciones autonómicas. La secretaria general evidenció que la dirección quiere dejar atrás los días en los que la cúpula del PPCV protagonizó un giro de guion al pasar de defender a Casado para reclamar la convocatoria de un congreso. Los ánimos están ahora mucho menos caldeados por el consenso que existe en torno a Feijóo, y Catalá valoró que ha sido acertada la decisión de mantener a Casado en el cargo hasta el cónclave, pues merecía «una transición tranquila a la altura de la dignidad con la que ha desarrollado su labor».

Suscríbete para seguir leyendo