Josefina Bueno se estrena en su doble faceta. A sus competencias al frente de la Conselleria de Innovación, se une, además, el encargo de tomar el pulso a la sociedad alicantina y, de esta forma, actuar como interlocutora directa con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Este lunes entró en faena. Primero, con una reunión con el secretario general de la Unión por el Mediterráneo, Nasser Kamel. Después, ya por la tarde, con encuentros con representantes de Cruz Roja, UGT y CC OO. 

De alguna forma, la exsenadora comienza a ejercer como delegada del Consell en la provincia. Viene a ser un cargo que, técnicamente, no existe como tal en el organigrama autonómico desde que fue suprimido por Alberto Fabra, pero cuyo papel se quiere ahora reforzar. Especialmente en la recta final de legislatura y desde una ciudad, Alicante, que Puig está empeñado en recuperar en términos de control político. Con todo, la encomienda para ejercer como correa de transmisión del Ejecutivo autonómico nace con vocación provincial y todo parece indicar que cobrará fuerza de cara al inicio del próximo curso político.

La consellera se reúne con representantes de los sindicatos UGT y CC OO en la Casa de las Brujas de Alicante. Información

La sede del Consell en Alicante, la ubicada en el histórico edificio de la Casa de las Brujas, es el espacio que la exsenadora socialista empleará para llevar a cabo buena parte de las reuniones con el tejido asociativo, empresarial y social en los meses venideros. El inmueble es el cuartel general de la directora territorial de Presidencia de la Generalitat, Antonia Moreno, encargada de vehicular soluciones competentes de cualquier conselleria para la provincia, siempre a partir del mandato del presidente. En lo que va de legislatura, asegura Moreno, se ha reunido con más de un centenar de colectivos de la provincia. Pero, ¿no es eso lo que, precisamente, se le ha encargado ahora a la consellera?. Pues bien, la directora territorial asegura que hay «espacio de sobra» y subraya que su trabajo está centrado en la gestión. Y es gestión lo que, igualmente, debe vender Josefina, actuando como altavoz del Consell para defender que el Botànic tiene «proyectos muy definidos frente a la indefinición de otros», en referencia al PP. 

Pisar la calle y abrirse un hueco entre la sociedad alicantina es a todas luces uno de los retos que afronta la titular de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, que con estas reuniones, aseguran desde su departamento, cumple el compromiso que adquirió tras su nombramiento como consellera. No es otro que conseguir un acercamiento real a la ciudadanía y a los actores sociales de la provincia de Alicante, y conocer así de primera mano sus necesidades y demandas para trasladarlas inmediatamente al presidente de la Generalitat. En definitiva, una labor muy parecida a la que viene desempeñando Moreno pero desde la atalaya de poder desempeñarla con los galones que da ser miembro del Consell. Eso es algo que evidencia que Puig quiere, y probablemente necesita, exprimir al máximo la oportunidad que ha supuesto deslocalizar la primera sede principal de una conselleria y ubicarla en Alicante. Un hito que en muchos círculos ha pasado inadvertido pero que ahora, aliado con Bueno, se pretende revertir.