Segundo capítulo en la árida batalla que sacude al socialismo alicantino. Francesc Sanguino ha detallado este sábado los motivos que le han llevado a iniciar toda una revolución en el grupo municipal del PSOE, de consecuencias impredecibles, contra el sector del exsenador Ángel Franco. Para empezar, se ha referido a uno de sus grandes objetivos en este intento de purga, su número dos Trini Amorós, a la que quiere apartar prácticamente de todas sus actuales prerrogativas: de la portavocía adjunta y de sus puestos en las juntas municipales del Distrito 1, del Teatro Principal, de Aguas de Alicante y del Patronato de Turismo. Sobre este último cargo de Amorós, ha utilizado un argumento ahora mismo muy en boga: la tasa turística.

En concreto, Sanguino ha subrayado que está en contra del rechazo de la ejecutiva del PSOE de Alicante a la tasa turística aprobada por el grupo socialista en las Cortes junto al resto de formaciones políticas del Botànic y por lo tanto con las bendiciones del presidente de la Generalitat y jefe de los socialistas de la Comunidad, Ximo Puig. Fue precisamente Amorós la que, en su calidad de portavoz de esa ejecutiva local, escenificó ese rechazo, le reclamó al Consell (y por lo tanto a su propio líder político) que no aplique esa tasa y mostró en cambio su apoyo al sector turístico. Por cierto que todos los alcaldes socialistas de la provincia mantienen la misma opinión en contra de la tasa y ya han adelantado que no la van a aplicar en sus respectivos municipios.

Mi responsabilidad ha sido y será siempre defender las políticas de Ximo Puig

Pero Sanguino no lo ve así. Por el contrario este sábado ha argumentado que "mi responsabilidad ha sido y será siempre defender las políticas de Ximo Puig porque no puedo permitir que llevemos una voz en el grupo municipal con respecto al turismo y que la ejecutiva tenga otra. Y -continúa- si la ejecutiva ha determinado instar al Consell a que retire la tasa turística yo no tengo más remedio que retirarme de esa decisión y apoyar que se presente la ley pero que no se aplique en Alicante como determinó el president". Y esa es la razón, continúa Sanguino, "para retirar la confianza de la concejala Trini Amorós en el patronato de turismo y como portavoz adjunta e implicarme yo directamente".

Por cierto que esta cerrada defensa de Sanguino de la tasa resulta curiosa: en una moción que pedía el rechazo a este impuesto presentada por PP y Cs en un pleno en septiembre el portavoz socialista se abstuvo junto al resto de su grupo. Es decir que no votó en contra. Votó lo mismo que Amorós.  

¿València o Alicante?

Pero de cualquier modo, con esas alusiones a Puig, Sanguino intenta ahora obtener el apoyo del jefe del Consell en toda esta crisis y en un momento en que sus bazas para repetir como alcaldable del puño y la rosa en la liza electoral son ya nulas. Precisamente una de las posibles soluciones a esta auténtica caja de los truenos abierta en los últimos días es que Puig intervenga y posibilite que Sanguino deje Alicante para integrarse en el segundo escalón del Gobierno Autonómico. Y que el PSOE ya con un poco más de tranquilidad trabaje en las elecciones de 2023 pensando en Ana Barceló o en Josefina Bueno para encabezar su lista.

Sobre retirar a Amorós del Teatro Principal, la duda ofende

Pero eso será más adelante. De momento este sábado Sanguino también ha explicado las razones por las que quiere retirar a Amorós del resto de sus cargos, y dejarla sin ninguna relevancia en la vida política alicantina, aunque en este caso ya con una argumentación mucho más parca. Sobre retirarla del Teatro Principal "la duda ofende", se limita a agregar Sanguino en referencia a que antes de su salto a la arena política él mismo fue director de esta última institución cultural. Y en cuanto a la junta de Aguas de Alicante matiza que "regreso a ella después de un periodo donde delegué en compañeros". Esta es la última razón que también esgrime para intentar apartar ahora a otro destacado representante del sector franquista, el secretario local del PSOE Miguel Millana, de otra junta, la de Mercalicante. Y en cuanto al relevo de Lola Vílchez en el Patronato de Vivienda tampoco da muchos más detalles Sanguino: "La dirijo yo desde el principio". De cualquier manera todas estas decisiones deberán ahora ser refrendadas en última instancia por el alcalde, el popular Luis Barcala, y llevar las firmas de todos los concejales del grupo. Un bonito entuerto.

Veo que el partido cambia de asesores y nunca es noticia, no tiene porqué serlo ahora

Ahora bien, lo que ya sí ha hecho Sanguino en este movimiento tan revolucionario es cobrarse a otras víctimas. Ya ha cesado además a tres de los cuatro asesores del grupo, Javier Prats (prensa), Ana Candela (administración) y Pedro Ródenas. Sobre ellos también se ha pronunciado y para restarle importancia a esas destituciones: "Veo que el partido cambia de asesores y nunca es noticia, no tiene que serlo ahora". No agrega nada más al respecto.

Si la asamblea decide sustituirme no es ningún drama, lo que la asamblea da la asamblea quita, seré un militante más

Por fin, Sanguino se refiere a su futuro político. "En cuanto a mi continuidad, estimo que no hay que hacer drama, lo que la asamblea da, la asamblea quita: si la asamblea decide sustituirme soy un militante más, seguiré siéndolo y defendiendo las políticas de Ximo Puig y del Botànic esté donde esté porque él (Puig) me eligió para este cometido y me refrendó después en una asamblea". Sanguino concluye pues su argumentario profesando una vez más su lealtad al líder de los socialistas valencianos pero aceptando también un posible contrataque del sector de Ángel Franco que consistiría en la convocatoria de una ejecutiva extraordinaria que abordara su cese. De ahí que con tantas alusiones a Puig porfíe por protegerse de esa posibilidad. El pulso por supuesto, va a continuar.