Los Presupuestos Generales del Estado que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, presentó ayer en el Congreso no sólo suponen la peor cifra de la historia para la provincia, sino que colocan a Alicante como la demarcación que sale peor parada en el reparto de inversiones por habitante, con apenas 85,5 euros por residente cuando la media nacional escala hasta los 283,7 euros. El reparto presupuestario proyectado por el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, con Pedro Sánchez al frente, ha levantado ampollas en la provincia, incluso entre cargos de relevancia afiliados a las siglas que, precisamente, conforman el Ejecutivo de España. Una de las que ha salido a criticar el agravio sin paliativos ha sido la síndica del PSPV-PSOE en las Cortes y diputada por Alicante, Ana Barceló, quien aspira además a liderar la candidatura de su formación al Ayuntamiento de la capital provincial.

“Los presupuestos generales del Estado son unas cuentas positivas para el conjunto de la Comunidad Valenciana que nos permitirán mejorar y afrontar el futuro con garantías”, ha valorado Barceló, al tiempo que ha lamentado que “la inversión recogida para la provincia de Alicante no sea la esperada”. A ese respecto ha dicho que: “La provincia se merece y necesita una mayor inversión, no podemos quedarnos relegados a la cola de España”. 

Barceló ha remarcado que “a nivel provincial no estamos satisfechos con los números planteados en el presupuesto”, unas cifras que, incluso, empeoran las del ejercicio en vigor. De hecho, supone un recorte del 12,3% sobre las inversiones previstas por el Ejecutivo central en los Presupuestos de este año, en los que se consignaron 97,7 euros por habitantes. Con ese escenario, Barceló ha subrayado que “los socialistas trabajaremos durante el periodo de enmiendas para revertir esta situación que no tiene justificación”.

Por la mañana, y a través de su cuenta de Twitter, Barceló se mostró, incluso, más taxativa. "Los peores presupuestos de la historia para Alicante. No solo cabe la indignación, sino también que se corrija el agravio".