No es para nada habitual que una consellera salga a la palestra a criticar la gestión del Gobierno al que pertenece, como tampoco lo es que sea, precisamente, la portavoz de su grupo parlamentario la que de un paso al frente para, de alguna forma, enmendarle la plana. Pues bien, los dos hechos han sucedido en apenas 24 horas en la escena valenciana e, inevitablemente, han puesto el foco en Compromís. Si el pasado martes fue la titular de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, quien apuntó con el dedo a parte del Consell por el bloqueo en la tramitación de proyectos vinculados a las energías renovables, este miércoles fue la síndica de los valencianistas quien le devolvió el dardo envenenado. «Milagros a Lourdes», le vino a decir a su compañera de coalición, porque por encima de todo, remarcó Papi Robles, la transición energética no se puede efectuar «a cualquier precio»

El episodio que protagoniza Compromís a partir de las declaraciones de Mollà tiene un trasfondo que, más allá de la gestión del Consell, revela tensiones internas en el seno de los valencianistas cuando se encara la recta final de la legislatura y, con ello, el trance de conformar las listas electorales de cara a los procesos de 2023. Todo en un momento en el que la gestión de la consellera ilicitana ha sido puesta en cuestión, incluso, por una parte de sus propios compañeros a partir de sucesos como la DANA de 2019 o los incendios ocurridos este verano. A nadie se le escapa que, además, en el seno de Iniciativa, que es el partido en el que milita Mollà, es ahora la crevillentina Aitana Mas quien ha adquirido un papel preponderante al asumir los cargos que dejó vacantes la vicepresidenta Mónica Oltra, ganando de esta forma protagonismo en Compromís. Las mismas fuentes apuntan a que la consellera ilicitana estaría de esa forma reivindicando su propio espacio y la necesidad de, en definitiva, sacar adelante la gestión de su departamento. No obstante, en determinados círculos de Compromís se defiende que una cosa es que Mollà quiera vender gestión y otra que sea posible acelerar determinados trámites para ampliar los parques de fotovoltaica, que deben someterse a unas normas que garanticen la protección del territorio.

«Contra todos»

«No puede ser que arremeta contra todos. Contra el Consell y contra el grupo parlamentario», apuntaba un destacado cargo de Compromís.

En concreto, la consellera de Transición Ecológica exhortó «a todo el Gobierno valenciano» a impulsar las tramitaciones con el mismo esfuerzo que, según reivindicó, se está haciendo desde su departamento. En sus declaraciones puso el foco, además, en la conselleria de Economía, liderada por Rafa Climent (Més) y en la dirección general de Paisaje, que mantiene al frente a Rosa Parto, de ese mismo partido, que es una de las tres patas que conforman Compromís. 

Robles se desmarcó de las críticas de Mollà. «Vísteme despacio que tengo prisa. Hagámoslo bien, que de aquí a unos años nos arrepentiremos», señaló a los periodistas que le preguntaron por la reacción de la consellera. Robles defendió además que el incremento en la aprobación de proyectos de renovables es «muy fuerte y muy claro» desde que el Consell aprobó el decreto de agilización a ese efecto, en abril. Además, hizo hincapié en que en el grupo parlamentario de Compromís están «satisfechos» con la tramitación y en que la transición energética debe ser justa, ecológica y «no a cualquier precio».

«Confiamos en el trabajo de los compañeros de Gobierno... Todas las personas implicadas en el proceso lo están haciendo con el máximo rigor», insistió. Añadió que la Ley de Cambio Climático se está tramitando en un tiempo récord.