Los papeles que propiciaron la detención de Zaplana no tienen ningún ADN

La Guardia Civil rastrea, a petición de la Audiencia, la existencia de huellas o restos biológicos en «los documentos del sirio» que iniciaron el caso Erial

Zaplana, junto a un agente de la UCO de la Guardia Civil, tras ser detenido. | EFE/JUANJO MARTÍN

Zaplana, junto a un agente de la UCO de la Guardia Civil, tras ser detenido. | EFE/JUANJO MARTÍN / LauraBallester

La prueba «estrella» del caso Erial, los papeles que originaron la causa que acabó con la detención del expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, no contiene ningún ADN. Los peritos del departamento de biología del servicio de criminalística de la Guardia Civil han remitido a la sección cuarta de la Audiencia de Valencia la pericial realizada a los conocidos como «los papeles del sirio» en busca de «lofogramas latentes», las huellas dactilares que podrían haber dejado las personas que manejaron los documentos. El resultado de las pesquisas ha sido negativo. No se han hallado huellas de nadie.

Un resultado que convierte esta prueba de ADN en una pericial inútil que ni beneficia ni perjudica a Zaplana, que fue quien la solicitó en su escrita de defensa. Los documentos analizados por la Guardia Civil, conocidos como «la hoja de ruta» o «los papeles del sirio», son un esquema sobre cómo montar un entramado societario para cobrar las presuntas mordidas pagadas por la familia Cotino al exministro.

Este legajo de papeles escritos a máquina se los encontró un ciudadano sirio en la vivienda que ocupó Zaplana en la Plaza de la Legión Española de València y que acabaron en manos del yonqui del dinero, Marcos Benavent. Los documentos acabaron en manos de la Guardia Civil durante el registro del despacho del primer abogado del yonqui del dinero.

Esta hoja de ruta permitió a la UCO de la Guardia Civil y a la Fiscalía Anticorrupción comenzar a tirar del hilo e iniciar en noviembre de 2015 las diligencias que acabaron con la detención el 22 de mayo de 2018 de Eduardo Zaplana, sus dos presuntos testaferros, además de salpicar a tres miembros de la familia Cotino y al sucesor de Zaplana en la Generalitat, José Luis Olivas.

Hallazgo en 2015

Consciente de la importancia de este documento como el origen de todos sus problemas judiciales, la defensa de Zaplana ha intentado en dos ocasiones, sin éxito, atacar la validez de la hoja de ruta que el yonqui del dinero puso en 2015 en bandeja a los agentes de la UCO de la Guardia Civil cuando colaboraba con la justicia.

Una colaboración de la que Marcos Benavent se «arrepiente» desde 2021 por lo que no ha dejado de declarar, la mayoría de ocasiones sin que le preguntaran, que el registro del despacho de su anterior abogado fue «ilegal». Tanto Marcos Benavent como su exabogado, Ramiro Blasco, declararán como testigos en el juicio del caso Erial. El primero como testigo solicitado por Eduardo Zaplana y el segundo propuesto por la Fiscalía Anticorrupción.

La sección cuarta de la Audiencia de València envió el 5 de octubre de 2023 al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil un «conjunto de documentos, compuesto por una carpeta blanca conteniendo diversa documentación dentro de dos fundas de plástico transparente». El mandato era revisar la documentación en busca de «restos lofoscópicos, biológicos o genéticos» y «su cotejo con el perfil genético indubitado perteneciente a Eduardo Zaplana, así como las bases de datos de ADN humano gestionado por este departamento». La Guardia Civil extrajo tres muestras: «Un hisopo aplicado por los bordes de la carpeta exterior; un hisopo aplicado por los bordes de la funda de plástico más exterior; un hisopo aplicado por los bordes de la documentación interna». Ninguno de los tres era «susceptible de contener lofogramas latentes», según el informe pericial notificado esta semana a las defensas del caso Erial. La conclusión de la pericial es que «del estudio de ADN del conjunto de documentos no se ha obtenido resultado positivo», según concluye el informe de la Guardia Civil, fechado el pasado 7 de diciembre.

El juicio por el caso Erial en el que se juzga a Zaplana junto a catorce personas más y cuatro empresas comenzará el próximo 1 de febrero y está previsto que se prolongue hasta el próximo mes de junio. Junto a Zaplana se sentará en el banquillo el sucesor de Zaplana en la Generalitat, José Luis Olivas, además del círculo más cercano del exjefe del Consell y exministro. Zaplana se enfrenta a una petición de 19 años de cárcel.