La izquierda más pura: de la transformación al canibalismo

El debate en Compromís sobre el futuro de la coalición y la batalla entre Sumar y los restos de Podemos dan paso a un escenario en el que intentar arrasar a los otros prioriza sobre las propuestas para la ciudadanía

Gerard Fullana, Aitana Mas, María Teresa Pérez, Rafa Mas, Sara Llobell, Xavier López y Manolo Copé

Gerard Fullana, Aitana Mas, María Teresa Pérez, Rafa Mas, Sara Llobell, Xavier López y Manolo Copé

Borja Campoy

Borja Campoy

La película La sociedad de la nieve de J. A. Bayona ha puesto de actualidad el canibalismo, un concepto que la izquierda situada a la izquierda del PSPV-PSOE, la que ocupa un espacio político que se supone que irrumpió para impulsar una transformación social, lleva tiempo practicando. El desencanto tras el 15M, la caída en desgracia de buena parte de los líderes que impulsaron aquella corriente o los resultados que depararon las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo son solo algunos de los factores que han abonado un nuevo escenario en el que las fuerzas de la izquierda priorizan arrasar al resto de partidos para ocupar su espacio, aunque no quede nada a repartir, antes que centrar sus esfuerzos en actualizar su discurso para ofrecer respuestas a la ciudadanía ante los retos actuales y buscar alternativas políticas.

El resultado de las elecciones gallega ha vuelto a poner de manifiesto los conflictos de la política valenciana

Tres son los grandes conflictos latentes en estos momentos, y que esta semana han vuelto a quedar de manifiesto a la luz de lo que depararon las urnas en Galicia el pasado domingo. El primero de ellos es el debate interno que se vive entre los dos socios mayoritarios de Compromís, Més Compromís (el antiguo Bloc) e Iniciativa, que discuten sobre qué futuro buscan para la coalición. Otro foco de interés se encuentra en las relaciones que los propios valencianistas pretenden entablar con Sumar, Podemos y Esquerra Unida. Por último, la evidente enemistad entre la plataforma que lidera Yolanda Díaz, que trata de implantarse en la Comunidad Valenciana, y la formación morada, borrada del mapa institucional tras los últimos comicios, convertida en una sombra de lo que fue y carente de discurso, marca el tercer punto de conflicto.

Las diferencias entre los dos socios mayoritarios de Compromís llevan meses ofreciendo titulares. Las dimisiones se han ido sucediendo en Iniciativa en las provincias de Valencia y Castellón. Desde el entorno de la líder de los ecosocialistas en Alicante, la crevillentina Aitana Mas, se ha llegado a acusar al otro partido, a Més, de haber lanzado una «opa hostil» con la intención de absorberlos. Al margen de las tensiones existentes entre socios, y la crisis existencial que lleva a querer ser un día Sumar y otro el BNG, el modelo de la coalición de cara al futuro está en entredicho, con diferentes visiones que giran en torno a un partido único, una federación u otras fórmulas. Que el futuro del proyecto esté sin definir ha llevado a Compromís a poner en marcha un plan de reestructuración, con un grupo de trabajo que está formado por diez personas.

Lo local

Las turbulencias en la coalición valencianista se reproducen en la ciudad de Alicante, en la que el proceso de renovación de la ejecutiva que se esperaba acometer en septiembre sigue sin cristalizar, con marzo como nueva fecha prevista. En la capital de la provincia los números son diferentes, ya que Iniciativa cuenta con una ligera superioridad frente a Més. Lo que no cambia son los encontronazos entre los dos socios. El líder local de Iniciativa y portavoz municipal de la coalición, Rafa Mas, ha avanzado su hoja de ruta particular, que pasa por la puesta en marcha de tres portavocías y una apertura a partidos como Podemos y EU y el tejido vecinal y asociativo. Una especie de «Sumar a la alicantina» en el que, paradójicamente, no se reserva espacio para los de Yolanda Díaz, en otro ejemplo de guerra cainita. Eso de cara al público, porque de puertas adentro otros días se apuesta directamente por la plataforma de Díaz. La respuesta de Més a Iniciativa ha llegado esta semana, en un duro comunicado en el que se exige «respeto y lealtad» entre socios y se apela a resolver primero los problemas internos en Compromís y dejar para más adelante las pretensiones de ensanchar espacios y de construir alternativas con la mente en lo que sucederá dentro de tres años.

Compromís y Sumar, que se presentaron juntos en las generales del pasado 23 de junio, y que en el Congreso ya han tenido roces por cuestiones como la ampliación del puerto de València o la asignación presupuestaria que debe recibir la Comunidad Valenciana, también mantienen dudas y disputas en cuanto a su relación de cara al futuro y la implantación de los de Yolanda Díaz en la autonomía. «Hay que respetar a los partidos con arraigo territorial. Los experimentos estatales duran poco», aseguraba esta semana el diputado en las Cortes Gerard Fullana (de Més), en unas declaraciones propiciadas por el buen resultado del BNG en las elecciones de Galicia. 

Implantación en el sur

Sumar ha decidido comenzar a tejer su red orgánica en la Comunidad Valenciana por el sur. Para esta semana y la que viene se habían programado cuatro actos en Elche, Alicante, Villena y Orihuela, unas citas encabezadas por su diputado en el Congreso por la provincia, Txema Guijarro, aunque finalmente el encuentro que había fijado ayer se suspendió por el trágico incendio de València. Que Sumar haya comenzado a trazar su recorrido autonómico por el territorio alicantino no es casualidad, ya que es donde menos implantación tiene Compromís y ahí se ve una oportunidad de apoderarse de un espacio ajeno. O ese es el objetivo en mente. 

La resaca de las gallegas también ha dado mucho juego en la relación que mantienen los valencianistas y el proyecto de la vicepresidenta del Gobierno, sobre todo con la vista puesta en las europeas que se celebrarán el 9 de junio. Que los nacionalistas del BNG hayan obtenido infinitamente mejor que Sumar lleva a un sector de Compromís, el que representa Més, a sentirse en una posición de fuerza. Las diferencias entre los socios de la coalición también afloran aquí, porque Iniciativa se reivindica como el puente en la alianza con los de Yolanda Díaz y hace un llamamiento a tener relación también con EU y Podemos.

La película sobre el canibalismo en la izquierda a la izquierda del PSPV-PSOE no se detiene aquí, porque Sumar también ha mordido en el terreno de Podemos, llevando la mala relación estatal al ámbito autonómico y local, para trasvasar militancia morada a sus filas, con la meta de buscar una base en la que sustentarse. Aunque sea a base de comerse un cadáver político..